Los nacimientos en el medio rural apenas suponen un 25% del total de la provincia

El número de nacimientos de madres residentes en el medio rural de León representa el 25% del total de los que se registran cada año en la provincia. Y la tendencia no se corrige. El futuro de la población rural leonesa tiene un panorama complicado ante el agotamiento del relevo generacional, cada vez más extendido, que terminará por ser general. Con ese panorama cada año más acentuado alcanza el campo leonés la festividad de San Isidro, patrono de la actividad económica que aún sustenta los ingresos de nueve mil familias leonesas, con una presencia cada vez más notable y constante de la mujer. Se aprecia en las estadísticas que relatan la voluntad emprendedora del sector y se constata en el informe que sobre la situación económica y social de la mujer rural acaba de hacer público la Junta de Castilla y León. En ese misma estadística se detalla el envejecimiento de la población rural, que entre el género femenino ya supera los 51 años de media. Con el declive poblacional que precede a la situación actual no extraña que el crecimiento vegetativo de los pueblos leoneses viva a expensas de un giro sobrenatural. Según esa relación estadística los nacimientos de madres residentes en los núcleos rurales de León alcanzaron el último año los 786; un porcentaje menor entre los que se produjeron en toda la provincia, 3.294. El 61% no abandonó su trabajo La percepción del efecto laboral en las mujeres que residen en el medio rural leonés fue nulo en más de un sesenta por ciento, que continuaron con su trabajo habitual una vez que nació su hijo. Asociacionismo La radiografía social del campo leonés que se aprecia desde el análisis estadístico sobre la población femenina revela la reticencia y la escasa afición al asociacionismo que se padece en este medio de vida. Casi un 76% de las mujeres leonesas que residen en ese entorno nunca ha formado parte de una asociación, frente al escaso 20% que sí ha tomado parte activa de asociaciones. El apego a la tierra Las coincidencias menos positivas del reflejo estadístico que realizó la Junta de Castilla y León desde las consejerías de Igualdad y de Hacienda, estima la fidelidad al entorno y el medio de vida. Casi un 80% de las encuestadas por la Junta no cambiarían su lugar de residencia. Aquellas que decidirían cambiar de residencia no alcanzan a dos de cada diez de las encuestadas.