La Policía baraja otros destinatarios alternativos al arquitecto y el médico en la carta bomba del miércoles
Los efectivos del Cuerpo Nacional de Policía que investigan el envío de una carta bomba que el pasado miércoles hirió de levedad a la esposa de un arquitecto consideran prácticamente descartada la posibilidad de que el destinatario del artefacto fuera el marido de la víctima, profundizan en la opción de que el verdadero objetivo que buscaba la acción fuese un médico que reside en el mismo edificio y han aumentado en las últimas horas sus líneas de actuación a una tercera vía, de acuerdo a la cual, podría tratarse de alguna otra posibilidad que de momento no ha trascendido. Los hechos que se investigan tuvieron lugar el pasado miércoles a las 11.15 horas aproximadamente. Una mujer de 41 años, esposa de un arquitecto cuyo despacho se ubica en la calle Ramiro II de León, resultó herida por la explosión de un pequeño artefacto casero, de procedencia desconocida aunque todos los indicios apuntan a algún punto fuera de la provincia de León, que había sido remitido en una carta. El dispositivo para la explosión fue instalado en el interior de un rotulador que lucía publicidad de un laboratorio farmacéutico. La carta no fue enviada ni por correo ni a través de servicio postal privado alguno, por lo que se baraja la posibilidad de que el autor de la colocación de la carta en el buzón se equivocase y por proximidad, la dejase en un apartado erróneo. La explosión provocó cierta alarma en un primer instante, más por la desagradable coincidencia con un atentado terrorista horas antes en la comunidad foral de Álava, pero las autoridades locales se apresuraron a desmentir la posibilidad de que se tratase de una acción de esas características, por lo que finalmente todo quedó en un susto, después de que la víctima fuese dada de alta pocas horas después de ser trasladada al complejo asistencial de León. De acuerdo a los datos recabados por este periódico, el médico al que supuestamente se dirigía el paquete es un varón de unos 70 años de edad que según sus compañeros de profesión, pasa por ser una persona de vida normal y sin problemas, por lo que el colectivo no comprende cuál puede ser el motivo de una acción de estas características, por lo que la perplejidad ha sido la nota característica. Precisamente por esta circunstancia (ninguno de los dos supuestos primeros objetivos de la acción ofrece el perfil típico del destinatario de un artefacto de estas características) se trabaja en la posibilidad de que haya una tercera vía de investigación y que el objetivo real de la acción no fuese ninguno de los dos supuestos inicialmente considerados. El delegado del Gobierno en Castilla y León, Miguel Alejo, aseguró ayer que todos los indicios apuntan a que el paquete no iba dirigido al despacho de arquitectos donde estalló,. Alejo, que aseguró que se trabaja en la reconstrucción del sobre, que quedó muy deteriorado, confirmó los datos que la Policía Científica barajó desde que se produjeron los hechos. Así, señaló que trataba de un «artefacto casero, muy rudimentario». «Era un artefacto muy rudimentario y todo nos lleva a pensar que iba dirigido a otra persona» MIGUEL ALEJO Delegado de Gobierno