La Junta se compromete a reabrir la instalación con un plan de obras, como en Ponferrada
El consistorio pagará las obras del matadero para abrir a final de mes
El socio privado que participe en la gestión deberá devolver la inversión y aumentarla
Atento al guión escrito para la reapertura del matadero de Ponferrada, León se apuntó ayer al remake. El Ayuntamiento contratará las reformas «de mayor urgencia, las que son decisivas para poder abrir» la instalación, según adelantó el alcalde, Francisco Fernández, e instará a la Junta a que le dé la misma gracia que dispone el negocio de la capital berciana. Plan de obras y fin de la suspensión cautelar: un desenlace que se marca para «finales de este mes» y del que dependen un centenar de industriales y más de mil familias dependientes del movimiento del sector cárnico en la provincia. El final feliz está condicionado a que la Delegación Territorial de la Junta cumpla el compromiso que ha dado a los entradores, ganaderos e industriales; una promesa que el alcalde confió en que cumplirán: «obtener el mismo trato que Ponferrada», lo que pasa por que la administración municipal asuma el coste de las obras para salvar la lista de deficiencias marcadas por los técnicos del área de Sanidad el pasado martes. Luego, cuando se decida la nueva fórmula de negocio -concesión administrativa, sociedad mixta o venta- el socio privado que entre «tendrá que financiar y devolver el dinero», adelantó Fernández, quien recalcó que «la intención del Ayuntamiento es garantizar el servicio mientras se negocia con empresas del sector para buscar un modelo de gestión que garantice la supervivencia del matadero a largo plazo». El importe de estas obras no suma el millón de euros que la concejala de Consumo estimó esta semana que sería necesario para adecuar la infraestructura, sino que «será muy inferior», como afirmó María Rodríguez, quien aclaró que la factura, que «están calculando satisfará los pagos de las «obras imprescindibles», que serán «cuantificadas por los técnicos municipales en contacto con los veterinarios de salud pública». El resto de la inversión deberá esperar a que se produzca «el cambio de modelo de gestión». La publicitada entrada de capital se encuentra, según comentó la concejala de Comercio, en fase de negociación. La línea prioritaria se mantiene todavía abierta con un grupo de entradores que podría hacerse con la gestión del negocio. Si falla esta oferta, el consistorio ha mantenido contactos con algunas empresas cárnicas, que podrían pasar al primer plano para lograr una salida rápida. El tiempo es importante para la administración municipal, que es consciente de que no puede seguir con el nivel de pérdidas actual. «Es viable y necesario», han repetido estos días, pero siempre con el capital privado como ineludible apoyo.