¿Y tú, de quién eres?

Curiosa situación en la que se queda ahora el grupo socialista en la Diputación: huérfano por parte de padre y al amparo de la madre, que ya se encargó de tener todo atado y bien atado con el padre que nombró a los diputados socialistas para que nada se escape a su bastón de mando. Con la marcha de Miguel Martínez a Paradores más de uno en el seno del PSOE se pregunta qué va a suceder en la Diputación. De momento, que nadie se engañe, nada. ¿Y cuando tome posesión el nuevo secretario provincial? Ya se verá, pero desde luego la forma de hacer la oposición, si es que ahora existe, cambiará. Y es que lo que sucede en el seno del PSOE en la Diputación raya, en ocasiones, el esperpento y, si no que se lo pregunten a ese alcalde socialista del sur de León que solicitó un dinerito a la Diputación para la instalación de determinados juegos escolares y la comisión de Deportes se lo rechazó. ¿Y qué? Dirán ustedes. Al fin y al cabo es un alcalde del PSOE y en la Diputación manda el PP. Ya, pero es que en esa comisión el diputado socialista -sí, sí, como el alcalde- también votó en contra de la petición y no porque el bueno del diputado observara, en su gran visión de político, que esa solicitud no tenía sentido, ¡no! El insigne diputado pensó que el Ayuntamiento para el que le negaba esos juegos era del PP. Días después, el alcalde de ese pueblo del sur se personó en la Diputación y reclamó la presencia del insigne diputado, al que le preguntó por qué había votado en contra de la petición de su pueblo. Porque es un Ayuntamiento del PP, le respondió el diputado. ¿Ah, sí? Y entonces, ¿yo de quién soy? le interpeló el regidor, que por cierto lleva ya unos añitos en el cargo. El socialista, el diputado... está por ver.