Juventud, divino tesoro

En política, como en la vida, conviene saber de dónde se viene y hacia dónde se va, porque de lo contrario se corre el riesgo de encauzarse por el camino equivocado y acabar perdido por un desierto parecido al castellano por el que camina el nuevo prohombre del PSOE. Este «paraca» segoviano se reunió ayer con los jóvenes. Lo de menos es qué les dijo y cómo se lo dijo, porque en estos momentos el discurso redunda en aquello del trabajo y la dedicación para lograr la victoria, ya se verá cuándo. Pero lo que importa es saber quién estaba en esa reunión y no porque las juventudes socialistas tengan un peso vital en el partido, que no, sino porque, en el caso de León, denota con qué apoyos desembarca. Ya cuando el «tal López» vino a León le sugería que se preguntara por la ausencia de Francisco Fernández en el acto que le organizaron en la sede del PSOE. Ahora, después de comprobar su reunión con las juventudes, conviene que sepa que por León ha ido quien perdió con el hoy secretario general de Juventudes y diputado nacional, Diego Moreno, claro que al perdedor, Jorge Mateos, -el que ayer estuvo con usted dándole todo su apoyo-, le encumbraron desde el todavía aparato del partido, pero como algunos diputados/as, Mateos también se ha quedado huérfano de padre. Por cierto, quien haya pensado que el hombre de los números primos está descansando, de vacaciones o trabajando en lo que quiera que haga cuando va a Madrid, se equivoca. El hombre de los números primos no descansa y, por ejemplo, anda ya maquinando para tratar de acabar con una comarcal del sur de León, precisamente de la misma zona de la que es ese alcalde socialista al que un diputado, también socialista, creía del PP.