Tu amigo «Cervecín» el Botellín

Hola querido consumidor soy «cervecín» un simple botellín de cerveza, pero con muchos usos, os voy a contar mi historia, para que me sepáis utilizar bien. Todo comienza en la vidriera de León donde unas máquinas muy majas, me están dando vida, mediante un proceso de calor y moldeado. ¡Tenías que ver que calor nos invade a todas!, sudamos, sudamos y nos transformamos en una masa que pueden moldear de nuevo, claro como que nos someten a 1500º C. Cuando ya me han dado forma y estilo, me dejan secar; cuando ya estoy seca, me doy cuenta de que me han dejado con un cuerpo muy sexy, un cuello muy largo y fino y una barriga como un prisma circular, vamos lo que yo considero un cuerpo diez. Cuando ya soy botellín, junto con mis hermanas nos meten a todas en cajas nos llevan a la fábrica que nos toque: de refrescos, de cerveza, de zumos¿ etc. En este caso a mí me ha tocado que me rellenen de cerveza, pero, yo en otras vidas, ya he sido: un botellín de refresco, de zumo, de agua¿ Porque he tenido suerte y me han sabido utilizar bien, ¿sabéis a qué me refiero? Pues claro, a que me han depositado en el contenedor correcto y me han reciclado. Ya sabes, mi vida comienza en la vidriera, desde allí me llevan a la fábrica donde me rellenan por dentro del contenido que me ha tocado y me ponen una pegatina muy chula que me distingue de las demás y explica mi contenido, entonces me empaquetan en cajas otra vez junto con mis hermanas que también han sido rellenadas y marcadas; y nos distribuyen: a un bar, a un supermercado, a una tienda¿ etc. Tú el consumidor, me compras, y me llevas contigo, me quitas el sombrero que me ponen para que no se me caiga el contenido que llevo dentro de mí, me sacas el líquido y te lo bebes en mi compañía. Una vez que ya te has bebido mi contenido te deshaces de mí y me tiras al contenedor de vidrio y no al de orgánica porque si no, ya no haces buen uso de mí; impidiendo que me reciclen. Una vez en el contenedor de vidrio (el verde que tiene forma de iglú) me vuelvo a reunir con mis hermanas, ya sin el contenido ni el sombrero. Al cabo de unos días llega un señor con un camión que nos recoge a todas y nos lleva con él. Nos dirigimos a la planta de reciclado de vidrio donde hay unas máquinas que nos destruyen a todas, haciéndonos pedacitos pero nosotras estamos contentas de estar ahí porque el paso siguiente es entrar a un horno gigante donde nos funden y nos resucitan dándonos forma y moldeado otra vez; y volvemos a empezar de nuevo. Pero nosotras cuando nos están fundiendo, pensamos en la suerte que hemos tenido de caer en buenas manos, porque su hubiéramos caído en manos de un ciudadano irresponsable no nos reciclarían y no nos aprovecharían bien, tirándonos a la basura normal o al suelo y así impidiéndonos volver a nacer. Por eso es tan importante el reciclado y si cada uno ponemos un poco de nuestra parte a todos nos irá mejor. ¿Has oído hablar de un futuro sostenible para nuestro planeta? Pues actúa.