La ordenanza de limpieza viaria contempla multas de hasta 3.000 euros

El pleno aprobó ayer, con la abstención de Civiqus, la nueva ordenanza de residuos y limpieza viaria para actualizarla a la nueva realidad local. La anterior, de 1993, fue modificada en el 2002 y no se contemplaba la recogida selectiva, la separación en origen o el tratamiento a determinados residuos. La concejala de Medio Ambiente, la socialista Manoli Ordás, argumentó que en la actual ordenanza se han actualizado sanciones por incumplimiento «pues hasta la fecha era más barato pagar una multa que gestionar bien determinados residuos, como por ejemplo, los de la construcción». La ordenanza contempla sanciones leves (multas de hasta 750 euros), infracciones graves (multa de 750 a 1.500 euros), supresión total o parcial de las actividades por un periodo máximo de dos años, e infracciones muy graves (multa de 1.501 a 3.000 euros). La concejala socialista, Manoli Ordás, calificó de «positiva» la ordenanza «por cuanto se disponede legislación local actualizada que permitirá evitar que determinada gente» vierta indiscriminadamente apoyándose en la carencia de regulación». Publicidad en la vía pública La ordenanza municipal regula el uso de la publicidad en la vía pública, «para que las calles no se conviertan en escaparates de todo tipo de anuncios de forma indiscriminada», se prohibe la realización de pintadas en la vís pública, se actualiza la situación de obligatoriedad en la limpieza y vallado de los solares, se determina las cantidades de residuos que se consideran asimilables a urbanos o de carácter industrial, se especifica la tipología de los contenedores y los residuos que se han de verter en cada uno, se establece un horario para el vertido de los residuos orgánicos, se incluye la recogida de poda y siega y se incluye la presencia e importancia del punto limpio en la gestión de determinados residuos como aparatos eléctricos y voluminosos. «Todos los ciudadanos de Villaquilambre están obligados a evitar y prevenir el ensuciamiento del municipio» -reza el decreto- «en igual medida están obligados los visitantes y los transeúntes». El Ayuntamiento controlará e inspeccionará las condiciones de salubridad públicas.