El último «no» de la Junta

El consejero de Sanidad de la Junta de Castilla y León, Francisco Javier Álvarez Guisasola, fue el primero en decir «no» a la posibilidad de que León acoja una Facultad de Medicina. El último ha sido el presidente de la administración autonómica, Juan Vicente Herrera quien, tras el Pleno de las Cortes celebrado la semana pasada, reiteró la negativa ya anunciada por Guisasola. Ambos reconocen el déficit de profesionales que sufre la comunidad y que se hace aún más patente en León. Los propios facultativos ya han denunciado en más de una ocasión que Valladolid tiene 800 médicos más que León y que Salamanca tiene cerca de 200 más con una población menor. Sin embargo, los propios estudios de la Junta revelan esta necesidad. En uno de los últimos, se pone de manifiesto que hacen falta 250 alumnos más de Medicina por año para equilibrar la oferta de plazas de nuevo ingreso con la oferta de plazas MIR del sistema autonómico, pasando de las 315 actuales a 520. Plantilla envejecida Además, según las mismas fuentes, la pirámide de edad de los facultativos de la comunidad dibuja una plantilla notablemente envejecida en la que el porcentaje de profesionales con edades superiores a los 50 años se sitúa por encima del 46%. De seguir así, en el plazo de cinco años el porcentaje de personal mayor de 55 años alcanzará el 45%. Es decir, no se cubrirán las bajas por jubilación en los próximos años si no se actúa ahora. Asimismo, la Junta reconoce que habrá que buscar especialistas fuera de Castilla y León o en el extranjero si no se corrige el déficit que registran algunas especialidades. Por su parte, los facultativos implicados en este nuevo movimiento aseguran que el Campus de León es el idóneo para albergar la Facultad de Medicina al tratarse de un recinto eminentemente biosanitario y con experiencia investigadora a nivel nacional.