«Tenemos cosas que aportar a la convivencia»

La Plaza de San Marcelo se convirtió ayer en un espacio para la multicultura. Ciudadanos senegaleses, cubanos, marroquíes, dominicanos, chinos, argentinos, brasilenos y colombianos ofrecieron a los leoneses una oportunidad de oro para el conocimiento de sus culturas y costumbres. Una mañana soleada, que deslució la lluvia por la tarde, permitió el despliegue de la multiculturalidad que forma parte de la población de León, con 9.480 extranjeros empadronados. «Vienen aquí a desarrollarse laboralmente y personalmente», dice la concejala Teresa Gutiérrez, que ayer participó en las jornadas organizadas por el Ayuntamiento y pusieron el punto y final a una semana de interculturalidad. «Es importante que sirva de reflexión a los niños y las niñas». La población infantil decidió ayer la noticia del día. Todos coincidieron en la necesidad de buscar puntos de encuentro que permitan una convivencia pacífica entre todas las nacionalidades sin importar el color, el origen o la religión. Metidos en harina, los niños y las niñas amasaban sus sueños. Unos daban forma a panes de pita, típico árabe; otros se inclinaban por el ácimo, que procede de la gastronomía hebrea; y algunos apostaban por el tradicional leonés. De las veinte kilos de masa que se repartieron para que fueran horneados por los más pequeños, salieron distintas formas, tantas como costumbres y culturas se arremolinaban alrededor de la mesa con la masa. En el taller periodístico colgaban de las paredes las portadas del Diario de León con los colores que los niños utilizaron para pintar sus sueños. La escritora Beatriz Berrocal explicó a los participantes que «los niños que vienen de fuera nos pueden enseñar muchas cosas». Eso es lo que le pasa a Muna, la protagonista de su cuento, «una niña que viene a pasar un verano a España y nos enseña a valorar cosas que tenemos y no nos damos cuenta de lo importantes que son». Los vestidos de la Asociación Saharaui lucieron en las personas que se animaron a colocarse en el traje del otro. «Esta es nuestra vestimenta, la que utilizamos en las celebraciones o festivos», dice el presidente de la asociación Abdelahe. En León viven veinte saharauis. «Queremos hablar a los leoneses de otras culturas, otros colores, de los que ya somos los nuevos vecinos de León, que tenemos atuendos y acentos diferentes, gastronomía distinta, y eso forma parte de lo que queremos aportar a la convivencia». Abdelahe criticó que «nadie haga nada» por el pueblo saharaui, que lleva treinta años en campamentos de refugiados, pese a que hay nueve resoluciones de la ONU, «nadie obliga a Marruecos , que es parte ocupante, a cumplir la legalidad». Le preocupa que se inicie un nuevo conflicto armado, «el pueblo se está cansando de tanta pasividad internacional, y me preocupa que se vuelvan a las hostilidades». Mouhamadou Mustafá es el presidente de la Asociación de Senegal en León, donde viven un centenar de personas procedentes de ese país «algunos de los ciudadanos de Senegal están en León sin papeles y se pasa mucha vergüenza cuando la policía para por la calle y pide los papeles». Espera que estas jornadas sirvan para conocer mejor otras culturas y calificó la política de Italia como «puro racismo» y se mostró seguro de que «mientras esté Zapatero en el Gobierno, esa política no va a pasar nunca, y no es que yo sea partidario de Zapatero, pero tiene más sentimientos hacia los inmigrantes». Los dominicanos apostaron por «abolir la xenofobia y el racismo. y esperamos que las asociaciones que no estén se incorporen el próximo año», dijo el presidente del colectivo Máximo León, que recordó hoy se celebra el día de la Madre en su país. «Hemos vivido esta semana con estusiasmo», asegura Marta Frederick, presidenta de la Asociación Cubana.