El Gobierno fija un plazo de treinta meses para construir los 27 kilómetros de carretera
El primer tramo leonés de la A-60 no estará terminado hasta enero del 2011
Con algo más de medio año de retraso sobre el último compromiso del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, el Ministerio de Fomento puso ayer freno a la demora que arrastra el primer tramo leonés de la futura autovía a Valladolid, después de adjudicar en 120,2 millones de euros a la UTE formada por Ferrovial Agroman, S.A. y Obras Castillejos, S.A. la construcción de los 27 kilómetros de infraestructura que unirán León con Santas Martas. El pliego de condiciones marcado por el Ejecutivo central concede a ambas empresas un plazo de treinta meses para terminar los trabajos encomendados por Fomento y aleja hasta enero del 2011 la puesta en servicio del itinerario, siempre que el avance de los trámites previos al inicio de las obras permita comenzar a trabajar sobre el terreno en el mes de julio. Si todo discurre según lo previsto, el tramo leonés de la A-60 se abrirá al tráfico con, al menos, dos años de desfase respecto al acuerdo tácito ofrecido por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, quien fijó en el 2009 la entrega de la infraestructura. Una tardanza que mantendrá la congestión circulatoria en la N-601 -cargada de tráfico en hora punta-, que soporta el paso de 20.000 conductores al día, aunque sólo tres mil de ellos llegan hasta Pucela, en donde los trabajos de construcción del tramo a Villanubla comenzaron en octubre del 2007, tras la correspondiente licitación publicada en febrero y la adjudicación, en julio. Pero en medio de la carretera proyectada por el ministerio, aún está en un estadio inicial el tramo abrazado por Santas Martas y Villanubla, el más complicado de todos por su longitud, así como por los obstáculos que habrá que salvar para asentar el firme. Este recorrido se encuentra actualmente en fase de estudio informativo y para él no existe una fecha concreta que aporte los plazos relacionados con el comienzo de las obras, aunque fuentes del Gobierno aseguran que se sacará a concurso lo antes posible. Un trazado capital Si bien, León espera con más urgencia a la conclusión de la vía que llega a Santas Martas para no tener que usar la Nacional 601 y evitar así los atascos y las deficiencias en materia de seguridad que presenta este eje de comunicación. La solución pasa por levantar un tronco de autovía virado unos 2.500 metros al sur del núcleo urbano de Santas Martas, donde enlazará con la sección que arranca hacia Villanubla. Una vez separada de la N-601, la traza gira suavemente en dirección Noroeste para conectar con la autovía autonómica A-231, que se resuelve con tipología de turbina modificada. Al llegar a la altura del punto kilométrico 4,560, el vial salva la futura línea de Alta Velocidad Palencia-León y, posteriormente, en el 5+500, proyecta un viaducto para el cruce del tendido ferroviario y el arroyo Valdearcos. Más adelante, ya en el 8+400, aparece la primera intersección con el Camino de Santiago para la que se prevé un paso superior con una acera accesible al trasiego de peregrinos. Y, antes de llegar al río Esla, se construirá un nudo en forma de trébol parcial que dirigirá los tráficos provenientes del vial de acceso al Centro Penitenciario de Villahierro y de la Nacional 625 de Mansilla de Las Mulas a Cistierna y Riaño. Yacimientos arqueológicos Tras cicatrizar la N-625 y el Canal del Porma, también la Colada de Villomar, el camino dispuesto tuerce de nuevo hacia el Noroeste, pasando el río Esla, mediante un viaducto de 740 metros. En esta zona, al trazado lo condicionan los yacimientos arqueológicos de la «Antigua Ciudad de Lancia», por lo que se aproxima a la N-601, construyéndose un enlace tipo diamante que permite la entrada a esos vestigios. A continuación, el diseño vuelve a mirar al Norte, alejándose de la carretera actual, y sobrepasa así el encauzamiento del río Moro y la LE-213. Tras el paso del Porma, a través de un viaducto de 450 metros, la autovía cruzará sobre la Colada del Boñar y a la sombra de la CL-624, donde está previsto un ensamble más. Fuera de Sanfelismo En el kilómetro 21,300, la infraestructura rebasa el Canal de Arriola, en divergencia del núcleo urbano de Sanfelismo, y atraviesa, en el 22+500 y el 23+000, la carretera de acceso a esta población, el arroyo de la Pega, el Camino de Santiago y la N-601 para entroncar en el kilómetro 27+300 con la ronda Sur de León, entre la unión de la carretera a Villaroañe y la N-601. La solución comprometida en este punto consiste en un enlace tipo «estrella» con el que resolver la conexión entre la A-60, la LE-30 y la N-601.