«Tabula rasa»

¡Cómo pasa el tiempo!. Hace ahora un año que el Ayuntamiento de León cambió de color político, que Mario Amilivia dejó de ser alcalde y se marchó a evacuar consultas a Zamora -para que esta efeméride cumpla 12 meses aún falta un trecho- y que el PP volvió a la oposición municipal, eso sí con una nueva portavoza, bueno portavoz, pero si la ministra dice miembra... El caso es que apenas ha pasado un año y se ve tan lejano... Ya lo dice el profesor Alfonso García: «El tiempo es el menos dúctil de los conceptos que manejamos». Claro que en política doce meses son casi tanto como una eternidad y si no que se lo pregunten al Partido Popular, que ni está ni se le espera en la oposición municipal, tal y como reconocen incluso desde el seno de la propia dirección, eso sí en privado, que no es momento de abrir una crisis. Y es que el grupo popular del Ayuntamiento no es que esté dividido, está desgajado. A saber: de un lado, la portavoz. Prácticamente sola en sus aventuras y desventuras; de otro, personas como Arancha Miguélez, a la que quien la colocó en la lista ya le ha dicho lo que tiene que hacer y cómo tiene que hacerlo para no mezclarse con el resto. Muy próxima a ella, últimamente se encuentra Teresa González, que siempre se arrima al sol que más calienta -eso cree ella- y cuya relación con la portavoz se ha enfriado sobremanera. Casi lo mismo podría decirse de la otrora concejala de Urbanismo. ¿Y el resto? Poco o nada pintan en el grupo y en el partido. Algún ilustre hace la guerra por su cuenta. Ahora intenta ser él el portavoz, ahora busca hacerse un hueco en el partido. Pero sabe que no cuenta ni en un sitio ni en el otro. Y es que como ya dijo alguien que sabe y mucho de su partido: «De ahí no se saca nada».