El secretario de Estado de Medio Rural recuerda que la mayor producción está en la comunidad
El Gobierno ve «oportuno» que las cajas se posicionen en el negocio azucarero
José Varela y Santos Llamas durante la firma del convenio de colaboración ayer en Botines
El secretario de Estado de Medio Rural y Agua, Josep Puxeu, considera «oportuno» que se produzcan «tomas de posición locales» ante la decisión que pueda adoptar la compañía Ebro Puleva sobre su negocio azucarero. Puxeu se refirió ayer en Valladolid a la posibilidad de que esta compañía, en el plazo de dos años, escinda su negocio del azúcar, que en su mayor parte de concentra en Castilla y León. Al respecto, ha recordado que las cajas de Castilla y León ya participan en el accionariado de la compañía, por lo que a su juicio es «oportuno» que se posicionen ante la decisión que finalmente adopte Ebro Puleva. La compañía tiene en cuatro fábricas azucareras en Castilla y León, la comunidad que produce el 84 por ciento del azúcar en España. Buen negocio Por su parte, el presidente de Caja España, Santos Llamas, ha afirmado que si se decide acceder al negocio azucarero hay que hacerlo a través de empresas con dimensiones rentables y «entrar en el mercado mandando», ya que se trata de un sector que «no está amenazado» y que se «puede potenciar». Así lo ha argumentado Llamas en un café de redacción organizado por la Agencia Efe en León. Llamas ha dicho que «como empresario» siempre ha «abogado por defender proyectos rentables y viables, y como presidente de Caja España», no puede «hacer otra cosa, ya que lo contrario sería un suicidio». Ha recordado que el grupo Ebro Puleva está estudiando la posibilidad de deshacerse del negocio azucarero, a raíz de la modificación en las reglas del mercado por parte de Bruselas, y ha explicado que una vez concluya este análisis los órganos de gobierno de Caja España adoptarán una decisión, en la que se tendrá en cuenta el «compromiso con el mundo rural». El presidente de la entidad ha explicado que Caja España «entró en el accionariado de Ebro y en el negocio del azúcar, porque que era rentable, tenía valor añadido, a la vez que se garantizaba la renta de miles de familias agrarias de la Comunidad, muchas de ellas clientes de Caja España».