El plan de seguridad de verano registra ya 257 servicios y quince arrestados

Por segundo año consecutivo, la Subdelegación del Gobierno desarrolla en León el Plan de Seguridad en Zonas Turísticas y Comerciales. Una iniciativa que comenzó el 1 de junio y que hasta el momento contabiliza -con datos de su primer mes de vigencia- un total de 1.454 identificaciones personales, 639 vehículos controlados, quince personas arrestadas y 257 servicios realizados en las áreas de León, Ponferrada y Astorga. El plan estará en marcha hasta el día 30 de septiembre y tiene como ámbito de acción las áreas de la provincia con una mayor presencia de turistas y actividad comercial, como son la ciudad, la capital del Bierzo, Astorga, San Andrés (municipio que se incorpora este año), las Médulas y la estación invernal de San Isidro en invierno. El subdelegado del Gobierno, Francisco Álvarez, subrayó, tras reunirse ayer en San Marcos con representantes del sector turístico, hosteleros, directivos de centros comerciales, empresas de seguridad privada y firmas de alquiler de coches para explicarles el plan, que durante los cuatro meses de vigencia de esta iniciativa las zonas comerciales y turísticas contarán con más presencia policial. «Se trata de una medida preventiva con carácter disuasorio. Con estas reuniones buscamos que el sector turístico y el comercial sean nuestro cómplices en este plan y estén alerta ante situaciones de riesgo». En este sentido, comentó, además, que el operativo conlleva una mayor profundización en la coordinación con las policías locales y la seguridad privada. Durante la campaña del pasado año se realizaron 4.412 identificaciones, 1.560 controles de vehículos y 1.136 servicios en estos ámbitos de actuación. Por lo que se refiere a los hechos delictivos registrados durante el mismo periodo en el 2007, el subdelegado dijo que se habían contabilizado 126 delitos contra la propiedad y las personas y 683 faltas contra la propiedad, lo que supuso un total de 809 infracciones penales y la detención de 44 personas. Álvarez recalcó que tanto el sector turístico como el comercial son «enormemente sensibles» y con gran potencial económico. «Sin seguridad su actividad se resentiría de forma significativa». Así, durante estos meses se desarrolla un mayor número de identificaciones de sospechosos y contactos con establecimientos. «Esto no tiene por qué ser un obstáculo, los ciudadanos tienen que saber que es por su seguridad».