| Crónica | Otros mundos en León |
«El norte apenas se conoce fuera»
Joe Colletti participa en los cursos de español para extranjeros desarrollados en la Universidad y afirma que se siente casi leonés por el buen trato que recibe
A pesar de la masiva y tradicional emigración a pueblos y playa a la que acostumbran los leoneses de la ciudad durante la época estival, los veranos en la provincia no dejan de mostrar calles repletas de transeúntes y un ambiente fresco que convierte a la capital en un lugar repleto de vida. A esto, en parte, colaboran los chicos que todos los años acuden a la provincia con el objetivo de aprender un idioma, y regresan no sólo con un buen nivel de castellano, también absorben conocimientos sobre la cultura, costumbres y maneras de vivir de los habitantes de León, y de España. Así lo cuentan ellos mismos, que muestran una enorme atención y una gran expectación a cada detalle y expresan su admiración por diversos atractivos, como los monumentos o el ambiente nocturno, que brinda gratas sorpresas. Asimismo, agradecen la tranquilidad de León y la cordialidad de sus gentes. Joe Colletti, profesor estadounidense de español en América, afirma sentirse «un poco leonés» gracias a esa hospitalidad emanada desde cualquier rincón de la provincia. Al igual que este hombre, gente de múltiples nacionalidades está aquí este verano participando en los cursos de español para extranjeros que se imparten en el Centro de Idiomas de la Universidad de León, y que este año cumplen 50 años. Otra de las participantes es Margaret Giraldo, profesora estadounidense que imparte clases de inglés a hispanohablantes. Su experiencia ya es mayor, pues ha estado en España en diversas ocasiones y, sin embargo, muestra la misma fascinación que sus compañeros por el entorno leonés. Muy habladora y con un castellano casi perfecto comenta que, fuera de sus fronteras, «España es conocida por Andalucía, mientras que el norte a penas se conoce». Miriam Abderunebi, una joven tunecina que estudia filología hispánica, es otra de las asistentes a estos cursos y estará en León todo el verano. Recibe clases de nivel avanzado junto a su compañera Evelina Hernández, originaria de la República Dominicana y residente en EEUU. Ambas destacan la cercanía de los profesores que las ayudan en todo lo que necesitan. Margaret y Joe también elogiaron la labor de los encargados de enseñarles la lengua, las costumbres y la historia de este país. Destacan la pasión por su trabajo y su gran preparación y entusiasmo, así como los métodos docentes, y es que como profesores valoran y se fijan mucho en esos detalles. Así, por ejemplo, consideran que las clases están muy bien preparadas y que la práctica y la conversación diaria les ayuda muchísimo a perfeccionar la lengua. Además, las clases no son muy numerosas, por lo que se facilita el aprendizaje. Desde Rusia Otra chica que recibe esta asistencia es Marina Vishnyakova, rusa que estudia español y que vive aquí con una familia. Expresa, al igual que los demás, su deseo por volver a León, y es que las actividades que tienen preparadas para cada día anulan completamente la monotonía. Cada jornada tiene clases por la mañana y es por la tarde cuando disfrutan de excursiones y visitas a la provincia y los alrededores, o de ciclos de cine que hacen de cada día un descubrimiento y aprendizaje constantes. Ya conocen las Cuevas de Valporquero, que a la estadounidense Margaret le resultaron «impactantes», San Isidoro, los Picos de Europa, Astorga o la Catedral y todavía les quedan muchos viajes programados que les permitirán ver San Marcos o Valencia de Don Juan. Así, la percepción de los extranjeros que visitan León es inmejorable, y todo son palabras de elogio cuando les preguntan por esa provincia del norte de España que acaban de descubrir. Afirman que los leoneses son muy atentos y amables y que eso les ayuda mucho. Además, cuentan que no han tenido problemas para conocer gente, si no todo lo contrario y, aunque al principio les costase acostumbrarse a la comida, sobre todo a Miriam que en Túnez come siempre platos picantes, se encuentran muy agusto aquí y todos dicen que sin duda repetirán. Sin embargo, también cabe espacio para las críticas y Joe Colletti se quejó de los medios de transporte y de las deficientes comunicaciones españolas. Este cincuenta aniversario de los cursos de español para extranjeros está resultando realmente gratificante tanto para alumnos como para profesores y la organización permite a los visitantes no sólo aprender un idioma, sino también una forma de vida. Los cursos de este año se clausurarán con una ceremonia en la que los alumnos recibirán sus diplomas, que se llevarán a sus respectivos países, pero, sobre todo, regresarán con una maleta cargada de experiencias.