Comienza el juicio por el asesinato de dos policías leonesas en el 2004
La Audiencia de Barcelona acoge hoy el juicio contra Pedro Jiménez, que se enfrenta a 103 años de prisión por el brutal crimen de dos jóvenes policías nacionales leonesas en prácticas, que aparecieron muertas en su piso de L'Hospitalet del Llobregat (Barcelona). En el juicio, que durará cuatro días, se deberá demostrar si fue Jiménez, interno de Can Brians que gozaba de un permiso penitenciario de tres días el día de los hechos, quién se coló a la fuerza en el piso que las dos policías compartían, las ató de manos y pies, abuso sexualmente de ellas y las acuchilló hasta la muerte, para después proceder a incendiar el piso. En la primera sesión de la vista, Jiménez tendrá una nueva ocasión para pronunciarse sobre lo que ocurrió la mañana del 5 de octubre del 2004, después de que ante la juez que instruyó este espeluznante caso se declarara inocente de todos los cargos que se le imputan. Permisos penitenciarios El crimen, ocurrido en octubre del 2004, conmocionó la localidad de L'Hospitalet del Llobregat (Barcelona), donde vivían las jóvenes aprendices del Cuerpo Nacional de Policía, y puso en entredicho el sistema de permisos penitenciarios a presos reincidentes y peligrosos. Jiménez, condenado en diversas ocasiones por violación y robos con violencia, estaba cumpliendo una pena de 30 años de prisión cuando presuntamente cometió el crimen durante un permiso penitenciario. El Ministerio Fiscal atribuye a Jiménez dos asesinatos y dos robos, y los delitos de agresión sexual, profanación de cadáver, allanamiento de morada, incendio y quebrantamiento de condena, lo que suma una pena de 103 años de cárcel. Las dos víctimas, Silvia N., de 28 años, y María Aurora R., de 23, ambas naturales de León, compartían el piso donde ocurrió el doble crimen, situado en la Rambla Marina, en el barrio de Bellvitge de L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona), y el día que murieron, el 5 de octubre de 2004, habían quedado para desayunar juntas en casa para celebrar el cumpleaños de una de ellas. Según mantiene el fiscal, Jiménez, que fue detenido en Girona tras no regresar a la cárcel de Can Brians al término del permiso, persiguió a Silvia N. hasta el domicilio sin que ella se diera cuenta y la obligó con un objeto peligroso a que abriera la puerta de su domicilio. Una vez en el interior, perpetró los crímenes.