Los vecinos ya habían exigido que la tienda retirara el material inflamable

Los vecinos de los inmuebles afectados el pasado lunes por el incendio en Brico-Marian, cerca de la plaza del Espolón, ya están en sus casas. En la tarde del lunes tuvieron que ser desalojadas 24 viviendas en la calle Fernando Primero, 27, y en la calle Séneca, portal 2, que se vieron afectadas por la gran humareda que se produjo en el negocio. Suceso que para muchos vecinos era previsible a causa de la cantidad de material inflamable que se encotraba en la tienda, según explicó Cristina Gil, vecina de uno de los inmuebles afectados. Este periódico intentó ponerse en contacto con el gerente del negocio aunque finalmente no consiguió comunicarse con él. A lo largo de la mañana de ayer, todos los propietarios e inquilinos de los inmuebles se fueron acercando para comprobar el estado de sus viviendas. Así mismo, a primera hora de la mañana, agentes de la Policía Científica y Bomberos del Ayuntamiento se aceracaron hasta el lugar de los hechos para inspeccionar las viviendas. Posteriormente, confirmaron que no existía riesgo de derrumbamiento y notificaron a los vecinos que por fin podían regresar a sus hogares. Según informaron desde el Ayuntamiento, para garantizar la seguridad de la zona, un retén de Bomberos y otra sala conjunta de la Policía permanecieron toda la noche vigilando el lugar del siniestro. El incendio además de numerosos daños materiales en el negocio de bricolaje y las viviendas colindantes, también dejó a 15 afectados por intoxicación y a una mujer herida de gravedad. La joven de 23 años, tuvo que ser trasladada de urgencia a la Unidad de Quemados del Hospital de Getafe en Madrid. Por el momento, se mantiene estable. Aún se desconocen la causa del incendio, sin embargo, las primeras hipótesis apuntan que el origen fue una chispa de una máquina soldadora que terminó en un bote de disolvente mientras varios trabajadores restauraban el local. No obstante, la Policía Científica sigue investigando para esclarecer el origen del incendio que obligó a decenas de leoneses a abandonar sus viviendas. «Teníamos claro que vivíamos encima de una bomba» CRISTINA GIL Presidenta de la Asociación de vecinos del bloque situado en la calle Fernando I