Engaño a gran escala

No le faltaba más a los productores de carne en León que ser víctimas de una estafa. Estafa de guante blanco. Se localiza en una zona concreta de la montaña, en el entorno del alto Porma, principalmente, pero alcanza y afecta a algunos propietarios en la vega baja del Esla. El juzgado registró ya la denuncia de los afectados. Un intermediario, un corredor de ganado, apareció hace escasas fechas por las localidades del entorno de Puebla de Lillo como salvador de un sector que atraviesa una penosa situación económica. Se ofrece para sacar animales al matadero y tasarlos según el resultado de la carne. Es decir, pagar la canal. El propietario de la res está esperando aún por el dinero. Difícil, porque el pago se realiza a través de talones sin fondos. Y la implicación del estafador parece más que complicada ya que los sacrificios de los animales se registran en los mataderos a nombre del propietario. Al parecer, y según alertó ayer el sindicato agrario Ugal, gusta de buen género: «La mayoría de las estafas cometidas se han producido con terneros pasteros, que dan un peso en canal de 220 a 250 kilos de media». Alertados por los impagos y la sucesión de casos en los que entre las víctimas de la estafa no acababan de percibir ni un euro del valor de la carne que el tratante había trasladado a dos mataderos -uno en la provincia de León y otro en la de Valladolid- algunos de los propietarios acudieron a reclamar las reses que aún estaban colgadas en las cámaras de los centros en los que fueron sacrificadas. «No sabemos que vamos a hacer con doscientos, cuatrocientos o seiscientos kilos de carne; pero al menos hemos logrado que ese tipo no se las quede», comentaron algunos de los ganaderos víctimas del engaño. Otros no tuvieron tanta suerte. Canales de carne de alta calidad de las que nunca más se supo; ni tampoco del dinero que debería corresponder a su valor. Las víctimas aportan algún detalle del proceso. «El tipo acudía con dos chicos jóvenes a comprar el ganado, viajaban en un coche de alta gama y de color verde», declaran para alertar al sector del peligro de convertirse en víctimas potenciales. «Estamos repletos de salvadores. Lo que hace falta es que no se fíe el producto sin recibir el dinero a cambio», solicita el sindicato Ugal que señala notorio la trascendencia de la fechoría del timador: «Hay explotaciones de las que ha sacado hasta seis u ocho animales». Su área de trabajo parece extensa. Mientras la denuncia de algunos estafados por este hombre de negocios sigue su curso, el peligro del actor sigue activo.