La UPA denuncia la caída sin control en los precios de los productos agroalimentarios

La Unión de Pequeños Agricultores denuncia que la caída de los precios en origen no reduce los elevados precios de los productos de alimentación para el consumidor. Así, señala que el precio del trigo que percibía el cultivador ascendía a 235,5 euros la tonelada en el mes de enero, mientras que en julio fue tan sólo de 193 euros. Lo mismo ocurre con la cebada, que de 222,3 euros del primer mes de 2008 pasó a 175 a finales de julio. El descenso vertiginoso del precio que perciben los agricultores por los cereales también se refleja en el maíz, que cae en picado en origen desde los 227,3 euros en enero a los 203 euros en julio. Conocidos estos datos, resulta "curioso comprobar", precisa el comunicado, que según datos del Observatorio de Precios del propio Ministerio de Agricultura de días atrás, la harina y el pan siguen subiendo mientras la materia prima baja mes a mes de forma vertiginosa. La leche Además, desde UPA señalan que en ganadería la situación de precios a la deriva en origen es similar. La leche de vaca en enero del 2008 se pagaba al productor a 0,48 euros el litro mientras que a finales de julio el precio se situó en 0,38. Esta dinámica descendente de la materia prima no se refleja en los supermercados, puesto que lejos de repercutir al consumidor esta bajada, mantienen o incluso suben los precios. La leche de oveja se pagaba en enero a 0,82 euros, mientras que seis meses después el precio es de 0,78 euros. La leche de cabra sufre la misma situación y de 0,62 se pasó a 0,60 euros. Al igual que ocurre con la leche de vaca que se comercializa directamente, los quesos elaborados a base de leche de oveja y cabra en el punto de destino no reflejan bajada alguna de precios para el consumidor en el semestre analizado.