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| Reportaje | Patrimonio a salvo |

Un paseo por la historia del mundo de los ferrocarriles

Desde su fundación en 1992, la Asociación Leonesa de Amigos del Ferrocarril ha promovido la creación de un museo que albergue las piezas ferroviarias que han recorrido la provincia

La locomotora Mikado fue una de las primeras piezas adquiridas y restauradas por la asociación

Publicado por
A. Cubillas - redacción
León

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La Asociación Leonesa de Amigos del Ferrocarril, Alaf, se fundó en 1992. En sus inicios contó con 35 socios, la mayoría de ellos ferroviarios aunque muchos ajenos a estas profesiones, pero todos amantes del mundo de las locomotoras. No obstente, en la actualidad sus adscritos superan el centenar. Desde sus inicios el objetivo de esta asociación ha sido la restauración de distintas piezas rodantes para su posterior utilización. La Mikado y la Inglesa 7766 fueron dos de las primeras piezas adquiridas y restauradas por esta asociación. Así mismo, desde su fundación viene promoviendo la creación de un Museo Funcional del Ferrocarril, que albergue todo el material que esta Asociación tiene en custodia, más aquel histórico que pueda ser recuperado en un futuro. Finalmente parece que las numerosas reivindicaciones de esta asociación han surgido efecto, ya que semanas atrás se aprobó la creación de este museo. Gracias a este nuevo centro, Alaf ha alcanzado su meta que consiste en conservar el patrimonio histórico cultural ferroviario de León, ciudad que ha servido de enlace durante años del noroeste peninsular. Un parque temático El centro de restauración, mantenimiento y exhibición del material histórico ferroviario funcional estará contenido en un gran parque temático abierto a la ciudad, situado en el área de la estación de Clasificación, al sur del paso elevado de la avenida de Portugal. El centro se complementará con zonas verdes, en las que se dibujarán pasillos de vías donde se instalarán máquinas, vagones y otras piezas ferroviarias que tiene almacenadas Alaf. Sin embargo, la lucha de esta asociación no termina aquí. Alaf solicita que se instale como complemento la marquesina de la actual estación de viajeros. Y es que la justificación realmente es de peso. Los orígenes de la marquesina se remontan a la llegada del ferrocarril a la ciudad de León, en el año 1863. La pieza tiene una longitud de 60 metros, ya que la estación por aquel entonces era de una sola planta y contaba con la misma medida. Actualmente la marquesina goza de la protección para su traslado, por ello Alaf se oponen a la demolición de la pieza y exige a las instituciones competentes que el traslado sea efectivo. Por fin, la asociación de amigos del ferrocarril de León contará con un centro que albergue las reliquias de las locomotoras que durante años han recorrido los parajes de la provincia leonesa.