Uniprovincial

Valladolid gana, León pierde y no precisamente en baloncesto o balonmano, que eso todavía está por ver, aunque si alguna vez en el resultado tienen algo que ver los políticos que residen en Valladolid, y desde allí rigen los designios de todo el territorio de este engendro de autonomía, Pucela ganará seguro. Ahora le toca el turno a la cirugía pediátrica, que la sanidad leonesa reclama desde hace más de 16 años. Poco importa eso si la decisión final depende de Valladolid y, más concretamente, de Guisa(solo) de Castilla, para quien «lo lógico» es que la unidad, después de en Burgos y Salamanca, esté en el noroeste de Mojados. Sí, señor. Así se hace comunidad... de Castilla, porque cada vez está más claro que este engendro que un señor del páramo creó hace ya más de veinticinco años es ya una autonomía uniprovincial: de la provincia de Valladolid. Lo demás, eso de dos regiones, que se han inventado los castellanos para tapar la boca a los leoneses, no pasa de ser un mero circunloquio, un rodeo para evitar ir al grano: Castilla y León es una comunidad uniprovincial, por eso en las Cortes todos los procuradores son y se sienten de Castilla y León, que no de León, porque de lo contrario no se entiende cómo siguen callados ante el nuevo despropósito. Y eso que alguno se inventó la figura de un asesor que, a razón de algo más de 4.000 euros al mes, le indica cómo realizar su tarea en su escaño de Valladolid. Pues bien, el uno por el otro, la casa sin barrer. Poco importa que el Hospital se quede sin cirugía pediátrica, que los ganaderos comiencen a sufrir la lengua azul, por no hablar del escándalo solar. Lo mismo da: ellos a lo suyo, de vacaciones, que en agosto no hay actividad política.