Una cooperativa comercializará este año carne del hispano bretón leonés

La carne de caballo hispano bretón de la montaña occidental de León se comercializará a través de una cooperativa desde finales de este años, de acuerdo con las previsiones de los promotores de la iniciativa. Con esta decisión de implicarse en el proceso del mercado, los productores de equino de Luna y Babia -comarcas que aglutinan de forma prioritaria a losa asociados a Eurocai- dan un paso definitivo para incrementar las posibilidades del valor añadido del negocio de la venta de carne caballar. La actividad de la cooperativa tiene una clara vocación promocional de este segmento ganadero, que con ciertas dosis de seguridad adquiere espacio en el mercado. La cooperativa se prepara para gestionar una estructura competitiva, que puede alcanzar una cifra de comercialización de hasta 90.000 kilos de carne de esta raza de caballo que suele ser parte del paisaje babiano o de otros valles de la montaña de León. «Entre nuestro objetivos está también el de diferenciar la calidad de este producto frente a otro género; no es la misma la de otra raza de caballo menos definida que la del hispano bretón», aclara la gerente de la cooperativa, en ciernes de estrenar la actividad mercantil. Raquel Familiar, gerente de Eurocai, se muestra segura de que es el camino adecuado para que la cría del hispano bretón vaya más allá de una actividad pastoril tradicional. La voluntad comercial de los promotores y a la vez propietarios de las ganaderías que aportarán la materia prima al negocio de la venta de carne se complementa con campaña de promoción de su consumo. Y otras actividades formativas en el manejo de los caballos en régimen de explotación extensiva, como el curso que se impartirá a mediados se septiembre en San Emiliano con el objetivo de instruir en mejorar el rendimiento de la explotación. Demanda y precios Raquel Familiar acentúa que el interés del mercado, tanto de intermediarios como por parte de industriales carniceros, ha crecido de forma notable en los últimos años. «La demanda es alta, pero el problema son los precios que no se corresponden con la valía del producto; en eso el sector también comparte un mal demasiado extendido en el campo», lamenta.