El ministerio mantiene a toda la montaña leonesa como zona restringida por el mal
El avance de la lengua azul obliga a extender la vacuna a toda la provincia
Los ganaderos quieren saber ahora dónde quedan las afirmaciones de Fidentino Reyero
El problema de la lengua azul lejos de estar finiquitado, tal y como aseguró la semana pasada el jefe del Servicio Territorial de Agricultura de la Junta en León, Fidentino Reyero, a las organizaciones agrarias, sigue muy vigente en la provincia. Al menos así se desprende de la última orden ministerial publicada por el Boletín Oficial del Estado (BOE), en la que se modifica la orden de abril pasado y en la que se mantiene a toda la montaña leonesa como zona restricción para los serotipos de lengua azul 1 y 8. Además, esta nueva orden establece que, al mentos temporalmente, no se podrán realizar movimientos de animales de especies sensibles a la lengua azul en esas zonas. Pero aquí no acaban las novedades, porque según ha podido saber este periódico a través de diversas fuentes, el avance de la lengua azul obligará a extender la vacunación a todos los animales -ovejas y vacas- susceptibles de padecer el mal de la provincia, y así se lo han comunicado ya a las organizaciones agrarias. La cifra de animales susceptibles de recibir esta vacuna supera las 400.000 cabezas de ganado entre ovejas y vacas. Queda aún por saber, algo que todavía no se ha explicado desde el servicio territorial de Agricultura de la Junta, si va a cambiarse o no la vacuna, teniendo en cuenta que el propio Fidentino Reyero culpó al medicamento, como el causante de la muerte de las ovejas de Valdeón. Los ganaderos se preguntan ahora dónde queda la rotundidad de las afirmaciones que el jefe de Agricultura de León realizó a las organizaciones agrarias, en la reunión de la semana pasada, y en las que les manifestó, por boca curiosamente de la directora general de la consejería, que los análisis no apreciaban rastro del virus de la lengua azul. Además, en el transcurso de ese encuentro, Reyero negó las informaciones aparecidas en los medios de comunicación leoneses y tranquilizó así a los representantes del sector agrario: «Lo que dicen los periódicos no es verdad», aseveró. Ahora, y con el nuevo giro que ha dado la situación tras la nueva orden del ministerio, son las organizaciones agrarias las que exigen a Fidentino Reyero que dé explicaciones y tranquilice de verdad al sector, porque parece que el mosquito que transmite la lengua azul sí que llega a León y septiembre puede ser un mes crítico.