| Análisis | Migración a la ciudad |
Los pueblos se quedan sin niños
Aunque haya aumentado el número de unidades en la provincia, el crecimiento sólo es perceptible en los grandes núcleos urbanos ya que las zonas rurales quedan abandonadas
Los datos lo confirman y los colegios de la provincia abren sus puertas este curso con catorce nuevas unidades más de infantil y secundaria. En una primera reflexión, los datos pueden parecer optimistas, sin embargo, al analizar más detenidamente las cifras, llama la atención que los centros que pierden unidades son los colegios rurales, mientras que la mayoría de colegios donde las unidades crecieron fueron los de la capital leonesa, Ponferrada y los alfoces de ambas ciudades. Esto muestra que las familias abandonan los pueblos para irse a los grandes núcleos urbanos Uno de los motivos, como indicó el responsable de educación de la UGT, Jesús López, es la falta de servicios que hay en las localidades más pequeñas. «Estas localidades están faltos de algunos servicios, como la sanidad. Yo soy consciente como algunas familias se trasladan a grandes localidades aunque luego tenga que moverse para ir a sus puestos de trabajo. La gente tiende a trasladarse donde están todos los servicios que es donde está el asentamiento de la industrial». Sin embargo, nadie discute que la educación en las zona rurales es igual o incluso mejor que en grandes núcleos urbanos. «Al ser menos escolares reciben una educación mucho más personalizada aunque en ocasiones tengan que compartir aula con escolares de diferentes edades», explicó Jesús López. Sin duda, el hecho de que en la provincia de León aumenten en catorce las unidades de educación de infantil y de secundaria es una buena noticia. Sin embargo, son muchos pueblos los que poco a poco se están viendo obligados a cerrar sus escuelas ante la marcha de los escolares con sus familias a los grandes núcleos urbanos. Si no se encuentra rápido una solución, los colegios de León, Ponferrada y sus respectivos alfoces abrirán nuevas unidades, mientras que a los colegios rurales no les quedará otro remedio que despedirse de los niños.