Adif acaba el tercero de los seis túneles del AVE entre La Robla y La Pola

Los trabajos encomendados por el Gobierno al Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) salvan un nuevo escollo en la provincia con la finalización del tercero de los seis túneles que comunicarán La Robla con la variante de Pajares, formada por dos tubos de 25 kilómetros cada uno desde donde León vislumbra la llegada del AVE a Asturias. La entidad adscrita al Ministerio de Fomento ha completado la perforación de los 620 metros de infraestructura enterrada en Nocedo de Gordón, comprendidos a su vez dentro del corredor noroeste de alta velocidad. El calado concede ya un grado de ejecución superior al 40% en la zona exterior de la vertiente sur y dibuja parte de un subtramo, de 9,4 kilómetros, por los municipios de Cuadros, La Robla y Pola de Gordón, todos en la provincia leonesa. Este eje, catalogado como la antesala de la parte central de la obra -una de las más importantes de cuántas se ejecutan hoy en España-, tiene también finalizados los túneles de Peredilla (723 metros) y Buen Suceso I (697); y están en fase de construcción el de Castro (443), Buen Suceso II (199) y el de Alba (1.057). El recorrido hasta llegar al emboquille de La Pola de Gordón se completa con la ejecución de los viaductos de Huergas, con una longitud de 396 metros, el de Ollero, con 152, y el de Alba, con 269. El avance de todo el conjunto proyectado en este sector, recogido en el Plan Estratégico de Infraestructuras, chocará en la primavera del próximo año con el compromiso anunciado por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, de dar por zanjada la obra en esta fecha. El ritmo actual de los trabajos en este enclave permite ser optimista, al menos en la consecución del entramado más complejo. Otra cosa será si en menos de un año podrán circular los primeros trenes por la variante de Pajares, algo que, por el momento, nadie afirma de forma taxativa. La montaña frena el avance La Cordillera Cantábrica ha supuesto históricamente una barrera para las comunicaciones ferroviarias entre Asturias y León. La construcción de dos grandes túneles bajo el macizo quebrará el obstáculo y disminuirá en 33 kilómetros la distancia que separa a la ciudad de Oviedo, lo que mejorará notablemente los tiempos de viaje entre ambas capitales, articulando también mejoras en lo referente al confort y la seguridad de esta línea. El itinerario se asentará sobre una plataforma de ancho internacional, necesaria para circular a velocidades superiores a los 200 kilómetros hora, y conectará al Principado con la Meseta a través de la alta velocidad, lo que repercutirá en beneficios para la provincia leonesa. Según los planteamientos del Ejecutivo, la intención pública es la de conectar de aquí al 2020 todas las capitales de provincia a través del AVE.