Diario de León

| Reportaje | La muerte avanza por León |

La enfermedad sin nombre

Las bajas registradas en la cabaña ovina se trasladan ahora a los rebaños de vacuno; un ganadero de Prioro ya ha perdido en las últimas horas tres vacas con síntomas del mal indefinido

Vista parcial del polígono ganadero de Prioro, esencial para el desarrollo de la montaña leonesa

Vista parcial del polígono ganadero de Prioro, esencial para el desarrollo de la montaña leonesa

Publicado por
Larry - redacción
León

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Al menos tres vacas y dos ovejas han muerto recientemente en Prioro con síntomas similares a los que identifican los animales muertos por la enfermedad de la lengua azul. Las vacas muertas pertenecían a una explotación de Prioro que cuenta con alrededor de medio millar de animales, ya que combina el cebo de terneros con la práctica extensiva de las reproductoras. Se da la circunstancia de que la explotación vacunó doscientas reses a primeros de agosto y recientemente los animales han sido revacunados. El propietario, un vecino que apostó hace pocos años por abandonar un trabajo remunerado por cuenta ajena para volver a dedicarse a la ganadería en su pueblo, se muestra desmoralizado ante el cúmulo de desgracias que persiguen a los ganaderos. «Ahora, que todavía no hemos salido de la brucelosis, pero que parecía que se recuperaba un poco el precio de los terneros, viene esto. Esto es el final. En cuanto pueda lo dejo.» El ganadero se queja de la falta de interés de los servicios veterinarios por su caso, ya que afirma que, aunque les avisó oportunamente de la muerte de las vacas, nadie visitó la explotación para comprobar el estado de los cadáveres o cualquier otro indicio para identificar la enfermedad. «Yo no soy veterinario y no sé lo que les pasó a las vacas, no soy experto en reconocer síntomas, para eso están los veterinarios. Creo que hay que hacer algo más que mover papeles e impresos.», aseveró el ganadero, que se muestra especialmente pesimista respecto a la resolución de este problema sanitario y con lo que ello pueda suponer para la vida de los pueblos de la Montaña. En otra explotación del mismo pueblo, perteneciente a un experimentado pastor de ovejas, también se han detectado dos animales muertos con tonalidades azules en la boca y debajo de las paletillas, sin que se pueda confirmar la causa de la muerte que, aparentemente, coincide en sintomatología con la lengua azul. Falta de información La falta de información oficial disponible que responda a lo que está ocurriendo, hace que muchos ganaderos se sientan confusos, extendiéndose cada vez más el temor a vacunar a los animales ante las posteriores muertes que se vienen registrando. Los ganaderos tampoco tienen claro las responsabilidades derivadas de las muertes producidas tras la vacunación, ni el sistema de indemnizaciones ideado para compensarlas, lo que lleva al rechazo a la vacunación.

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