| Crónica | Cuando el verano agoniza |
La vuelta al cole en 80 días...
Los cientos de colegios que abarrotan la provincia recobrarán hoy la vida tras el regreso a las aulas de miles de leoneses que tras tres meses de vacaciones inician el curso escolar
Cuando el verano agoniza tumbado sobre septiembre, añorando quizá tiempos mejores donde su pacto con el sol no conocía fronteras, las huérfanas aulas, mudas desde que el calendario decidió liberar a San Juan allá por finales del mes de junio, perciben ya el olor a alma recién nacida. Alma encarnada en los miles de escolares leoneses que tras más de 80 días de retiro vacacional vuelven a inundar de vida los colegios de toda la provincia. Los patios serán testigos un curso más de los juegos aprendidos durante el periodo estival, del mercado blanco de cromos y pegatinas, de carreras sin rumbo fijo, de conspiraciones en torno a los maestros¿ Las paredes se irán llenando poco a poco de murales, dibujos y cuidados trabajos manuales confeccionados en las esperadas clases de plástica. Cuadernos y libros, cual diario de a bordo, recogerán las enseñanzas llamadas a convertirse en piedra de sabiduría y paso a otro nivel. Septiembre suena a reencuentros, a nervios por conocer a los nuevos profesores y compañeros, a tensión por conseguir el pupitre más alejado de la pizarra, a repasos exprés de lo ya aprendido, a papel con tu nombre en la mesa para que el maestro te reconozca. El temible comedor Muchos escolares compartirán también mantel sin tener muy claro si es peor el inminente examen de matemáticas con la señorita Roten Meyer o el rancho matinal que ofrecen esas salas de la tortura a los que «ellos» suelen llamar comedores. Los más listos le harán un hueco al glotón de turno, aliado infalible que siempre puede salvarles de un buen castigo. Imprescindible resultará el intercambio de impresiones a través de notitas cuidadosamente dobladas sin que el profesor se entere, las alarmas de relojes sincronizadas cual indirecta bien directa para avisar del fin de una clase o los microresúmenes que los más aplicados confeccionarán de cara a los exámenes. Aprender disfrutando De ahora en adelante las mismas caras se darán cita cada mañana con el único fin de aprender, pero también, y por qué no, de disfrutar. Disfrutar aprendiendo sí, ese será el plan. Arranca un nuevo curso escolar, y aunque parece lejano, el próximo verano no ha hecho otra cosa más sino que empezar a nacer.