La Junta sella el gran vertedero de Villaturiel, que funcionó 25 años

Después de 25 años de funcionamiento y de acumular 29.300 metros cúbicos de basuras urbanas, neumáticos, vidrios y escombros, el gran vertedero de Villaturiel va a desaparecer y con él se pone punto final a un grave problema medioambiental para el municipio. El solar, de 30.540 metros cuadrados, ya está siendo sellado por la empresa vallisoletana Sastre, que logró la adjudicación de los trabajos y la revegetación del entorno por 622.000 euros. El basurero se abrió hace un cuarto de siglo para acoger los residuos de los 49 pueblos que integran la mancomunidad de Lancia-Sobarriba, pero la puesta en marcha del centro de Tratamiento de Residuos (CTR) de San Román de la Vega ha permitido que este gran vertedero, que utilizaron Villaturiel, Valdefresno y Villasabariego, se pueda clausurar, sellar y convertir en un parque. Las máquinas ya están excavando y trasladando los residuos a una zona impermeabilizada, que se ha creado de forma artificial con geotextiles y láminas especiales. Después, se echarán varias capas de tierra y la última estará enriquecida con compost. Según el proyecto, la nueva superficie del vertedero se resembrará con pradera autóctona y plantas bajas. Además, en las zonas donde no haya residuos sellados se plantarán árboles similares a los que crecen en los alrededores. Solución a la quema de ruedas Para recoger los lixiviados se preparará un pozo de diez metros cúbicos de capacidad, de hormigón prefabricado y que estará cerrado en la parte superior. Como el recinto carece de gran parte de la valla y la malla metálica que queda está deteriorada se colocará un nuevo cerramiento de alambre de tres filas sujetas por postes de madera de un metro de altura. También se habilitará una puerta del mismo material. Otro de los problemas que zanjará el sellado del basurero será la quema ilegal de neumáticos. Desde que el vertedero dejó de recibir los camiones cargados de residuos de la mancomunidad Lancia-Sobarriba, el solar se había convertido en un refugio para los buscadores de cobre, que descargaban decenas de neumáticos y los incendiaban para pelar con facilidad los cables. El alcalde, Valentín Martínez, llegó a interponer una denuncia el pasado mes de julio por ese asunto, al extenderse un fuego y poner en peligro un campo de cereal vecino.