«Hay que conciliar local y autonómico» «El futuro de los servicios es su financiación» «Necesitamos vías que nos integren» «Deben enseñar las grandes políticas» «El PP regional debe pintar más en el nacional» «La política debe seguir a los ciudadanos» «Ha

Ante la falta de sentimiento autonomista entre la población de Castilla y León, Berzal apuntó como propuesta para tratar de paliar este déficit transmitir a los ciudadanos razones útiles y pragmáticas que expliquen por qué pertenecen a una comunidad. «Se trata de que concilien bien su pertenencia a un municipio con el hecho de formar parte de una autonomía». En este sentido, abogó por que sean arbitrados más elementos de coordinación entre ambas administraciones para evitar enfrentamientos que lleguen a los ciudadanos. El inicio de su intervención fue claro: «El futuro de nuestros servicios es el sistema de financiación». En este sentido, hizo referencia a las variables socieconómicas que diferencian a Castilla y León (dispersión, extensión y envejecimiento) y que han de ser tenidas en cuenta. Igualmente, apostó por la denominada suficiencia dinámica, es decir, que existan recursos para las necesidades a lo largo del tiempo. La profesora de Valladolid advirtió de que el 20% de las necesidades de gasto están ya sustentadas en las variables de población. Para esta profesora de la Universidad de León la clave está en conseguir que las instituciones no estén enfrentadas, «porque el ciudadano ahora así lo percibe». Apuntó como las fallas más importantes de Castilla y León la falta de conexión con los ciudadanos y la vertebración de la macrocomunidad. «Se ha andado mucho camino con el desarrollo estatutario y se han construido carreteras que comunican los diversos territorios, pero necesitamos vías que nos integren y no sólo físicamente, sino también en esta autonomía». Cree fundamental que el PP cuente con su propia política de coordinación entre los intereses municipales y los de la autonomía. «Así no suplantarán decisiones en la gestión que corresponden a los ayuntamientos; sé que se trata de un equilibrio difícil, aunque lo principal y primero de todo es la financiación autonómica, después se puede hablar de lo demás». Asimismo, tachó de grandilocuentes medidas que se presentan sin suficiente especificidad, como el caso de las DOT. «Deben enseñarse las grandes políticas desconocidas». También mostró su convencimiento de que uno de los principales problemas de la falta de sentimiento autonomista se centra en un déficit de comunicación. «Hay que mostrar a los ciudadanos para qué sirve la comunidad y dejar ya de llorar». Apostó, igualmente, por la marca Castilla y León y apuntó la necesidad de que el PP regional esté más presente en el nacional. «No está ni se le espera». Considera esencial que los políticos crean en la comunidad y hagan política en este sentido para que los ciudadanos se identifiquen». Para el alcalde de Ponferrada y ponente de la ponencia política ha llegado la hora de «impulsar definitivamente la comunidad autónoma, de conseguir que sea más competitiva para lograr mayores cotas en la calidad de vida de los ciudadanos». López Riesco dijo que estos foros de diálogo -antesala al congreso regional- suponen cauces para conocer qué opinan los expertos y los ciudadanos y abrir caminos de reflexión en el ámbito del Partido Popular para plasmar compromisos de futuro. «La política debe seguir la dinámica de los ciudadanos». «Si la gente cuenta con buenos servicios sentirá que cuenta con un instrumento que funciona con la comunidad». Sastre lanzó un reto al PP: «Hay que jugar al juego de las autonomías, jugar sin complejos; ser ambiciosos». En su exposición recordó, no obstante, que el 80% de los ciudadanos se muestran partidarios de mantener el sistema de organización autonómica y asiente ante la pregunta de si su vida ha mejorado con la autonomía. «También hay que tener en cuenta la distorsión que se produce con la identidad en un modelo globalizado». Resaltó en una de sus intervenciones que las competencias impropias ya representan el 40% del gasto en los ayuntamientos. Apostó por la mejora de la financiación local y conseguir, además, nuevos recursos adicionales. No olvidó, igualmente, hacer referencia a la deuda histórica que se mantiene con ayuntamientos y diputaciones y que asciende a 7.000 millones de euros. Enfatizó que en Castilla y León existen 2.248 ayuntamientos y que este asunto adquiere especial importancia. Hizo alusión también al Pacto Local y su carácter pionero. Propuso como principal punto clave que debe subsanarse la mejora de la comunicación. «Existe poca marca de imagen de Castilla y León, quedándose en un concepto un poco antiguo de la política; sin comunicación no se hace nada, hay que saber cómo explotar los logros, porque si no, no sirve». Abogó por la creación de la marca Castilla y León. «Esto es fundamental, es el soporte de todo lo demás». De esta forma, se mostró convencido de que este marchamo de calidad ya será garante de oportunidades sociales y económicas para sus habitantes. Enfatizó la necesidad de aplicar políticas públicas desde el espacio del sector privado y de definir los servicios públicos que deben de ser garantizados para así no generar frustración (caso de Internet en el área rural). «No se trata sólo de competencias, sino debe reflexionarse sobre el modelo territorial». Llamó la atención sobre la actual debilidad competitiva en la prestación de servicios de calidad y abogó por una reflexión sobre el mapa municipal para optimizar recursos. Pidió un esfuerzo de innovación para atraer talento y capital.