El PP propone que no se pueda dejar publicidad en los vehículos

Recogidas en «unas alegaciones mínimas, 16 en total», el PP presentará sus puntualizaciones a la nueva ordenanza municipal de limpieza. Una normativa que tildaron de «floja», en la que el equipo de gobierno «se ha dedicado a copiar la anterior y hacer las actualizaciones que marca la legislación», por lo que «se ha perdido la oportunidad» de hacer un texto «moderno y de largo alcance», según detalló el concejal popular Manuel Álvarez, quien recalcó que su grupo ha hecho «ofrecimientos reiterados de colaboración, pero que PSOE y UPL «han jugado por libre una vez más». Álvarez marcó que uno de «los objetivos clave es garantizar los medios necesarios para que se puedan cumplir los requisitos que detalla la ordenanza so pena de sanción: es decir, que no se puede sancionar a quien no recicla por grupos si no dispone de los medios necesarios para echar el cartón o los envases en el lugar adecuado, ni a quien tira una colilla al suelo si las papeleras no disponen de un recipiente adecuado»; para lo que plantea que se especifique en el texto que «sólo será sancionable si existen estas herramientas». En las alegaciones, los populares proponen que «en el apartado de las octavillas, que se pueden entregar en mano pero no arrojar a las calles, se incluya la prohibición de depositar papeles en los parabrisas de los vehículos»; así como que «se marque qué se puede entregar en los puntos limpios» o que «se detalle qué tipo de cierre deben llevar los solares sin edificar, en concordancia con el escenario en el que se encuentra». Los populares insisten en que es necesario que «se modifique el importe de algunas sanciones, que son desproporcionadas y que sólo están motivadas por un afán recaudatorio». Por este motivo, Álvarez propuso que «las multas leves vayan de 0 a 300 euros, en vez de 50 a 750 euros, que las graves sean de 301 a 1.500 y la graves, de 1.501 a 6.000». El PP reclama al Ayuntamiento que «debe hacerse cargo de la limpieza de paredes y otros espacios públicos y privados y aplicar los precios públicos establecidos, siempre y cuando no se conozca al autor o autores de la pintada», pero sugiere que «si se encuentra al culpable se pueda cambiar la sanción por un trabajo en beneficio de la comunidad» o que «el pago de la sanción cubra el coste de la limpieza de la pintada, sin que los propietarios tengan que pagar, porque se produciría un cargo doble por lo mismo». «Pretendemos mejorar un texto flojo, que se elaboró, como es habitual en el actual equipo de gobierno, sin el más mínimo consenso con la oposición», insistió Álvarez para resumir sus alegaciones a la ordenanza de limpieza, que ahora deberán ser contestadas antes de que la normativa vuelva al Pleno para su aprobación definitiva.