Diario de León

| Crónica | Malos hábitos, mala salud |

Un nuevo enemigo... la obesidad

El 10,4% de los niños del país padece obesidad y cerca de un 12% tiene exceso de peso, los expertos recomiendan alimentar adecuadamente a los pequeños desde su nacimiento

Los padres deben incultar buenos hábitos alimenticios a sus hijos

Los padres deben incultar buenos hábitos alimenticios a sus hijos

Publicado por
R. Barrocal - redacción
León

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La semana pasada se publicó un estudio elaborado por los expertos del Programa Thao-Salud Infantil, que revela que el 21 por ciento de los niños españoles menores de 5 años sufren obesidad y sobrepeso. Según los expertos la culpa de esta situación es la mala alimentación y el sedentarismo de los niños, unos hábitos que han provocado que la esperanza de vida sea cada vez menor. Así, los niños nacidos en el año 2000 podrían ser los primeros que vivan menos que sus padres debido a las secuelas en la salud de la obesidad. Los primeros datos de este trabajo, que se presentó en Barcelona, revelan que el 10,4% de los niños del país padece obesidad y que cerca de un 12% tiene exceso de peso, unas cifras que evidencian que el sobrepeso, lejos de disminuir, continúa siendo uno de los principales problemas de salud de la población infantil. «Esto significa que casi uno de cada cuatro niños es un enfermo potencial, y eso un país no se lo puede permitir. ¿Qué puede ocurrir con estas cifras cuando estos niños crezcan y se hagan adultos?», advirtio el doctor Gregorio Varela-Moreiras, catedrático de Nutrición y Bromatología de la Universidad San Pablo-CEU de Madrid. Por franjas de edad, el sobrepeso afecta sobre todo a los menores de entre diez y doce años (13,4%), seguido de los que están entre los seis y los nueve años (11,1%) y de los que tienen entre tres y cinco años (12,1%). En cuanto a la obesidad, el 8,9 por ciento de los niños de tres a cinco años la padecen, así como el 10,6% de los de seis a nueve años y el 11,9% de los de diez a doce años. El catedrático de Pediatría Rafael Tojo precisó, en este sentido, que las tasas de sobrepeso aumentan con los años y que la obesidad «se inicia a edades cada vez más tempranas». Trescientos mil muertes al año La obesidad está asociada a trescientos mil muertes por año. Aproximadamente un 80 por ciento de los adolescentes obesos lo seguirán siendo durante el resto de su vida, menos del cinco por ciento de los adultos que pierden peso son capaces de mantenerse en su peso ideal durante cinco años después del tratamiento y seis por ciento recupera el peso perdido en los primeros seis a doce meses. La obesidad contribuye entre otras causas a incrementar la mortalidad por enfermedades cardiovasculares, diabetes mellitus, alteraciones esqueléticas, hipertensión arterial, hipercolesterolemia e inadaptación psicosocial entre las más importantes. La creencia de los padres y de algunos médicos de que el lactante obeso es sinónimo de salud es falsa, según los expertos en nutrición. Inicialmente el aumento de peso es paulatino y progresivo, los padres están contentos porque su hijo se ve sano, después regordete y por último gordo cuando ya sobrepasó el 20 por ciento de su peso ideal. Son niños por lo general pasivos, reprimidos, tímidos, su gran apetito obedece a una actitud de escape, comen de manera compulsiva, tienen bajo rendimiento escolar y deportivo. Su tez rubicunda, rollizo o rechoncho. Cómo prevenirla A través de modificar los hábitos nutricionales de la familia, principalmente en los padres, quienes a pesar de no ser obesos deben vigilar estrechamente la alimentación de sus hijos y limitar el consumo exagerado de alimentos. El ejemplo de qué alimentos, cómo y cuándo es la mejor forma para educar a los hijos. «Ya que compartir los alimentos constituye una actividad social y trascendente en la relación familia, esta oportunidad debe aprovecharse para prevenir la obesidad infantil y evitar llegar al tratamiento que es muy complejo y prolongado», señala el nutricionista Alejandro Gómez. Alimentar adecuadamente a los niños desde su nacimiento y durante los primeros años de vida es la mejor forma de impedir que aparezca la obesidad. desde los primeros meses de la vida se identifican los sabores, se conocen los alimentos, sus texturas, se adquieren los hábitos de alimentación, se marcan los gustos y las preferencias por los alimentos, aseguran los expertos. Mediante la alimentación al pecho materno (libre demanda) el niño consume lo que necesita, mientras que con el biberón se tiende a alimentarlo de más, lo que puede ser el inicio de la obesidad y un mal hábito.

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