El mal de la lengua azul llega ya a 19 ganaderías y obliga a ampliar el área de restricción

La amenaza que sobrevuela la provincia de León en forma de mosquito desde el pasado verano se ha hecho carne ya en diecinueve explotaciones ganaderas. Diecinueve cuadras en las que los análisis efectuados en el Laboratorio Pecuario de la capital leonesa certifican la existencia de lengua azul; un diagnóstico que deberá confirmar ahora el centro de referencia estatal localizado en Algete. Sólo se espera ya la comunicación burocrática para la apertura de un nuevo escenario de tratamiento de la enfermedad: el cordón preventivo deberá trasladarse a un perímetro de 150 kilómetros y la Junta tendrá que empezar a pagar las indemnizaciones por los animales afectados. Los casos, que se dan tanto en ovino como en vacuno, han sido detectados en su mayoría en las unidades veterinarias de Boñar y Riaño, pero también en La Pola de Gordón, Cistierna y Sahagún, donde los ganaderos habían solicitado análisis de las reses con la intención de moverlas a otras zonas en las últimas semanas del mes de septiembre. «Dudoso», había sido la respuesta que encontraron los productores de parte de los servicios veterinarios de la administración autonómica cuando se les retenía alguna de las guías solicitadas para vida. Una duda que se transforma en certidumbre y que concede a los afectados la posibilidad de percibir la indemnización pertinente, toda vez que el laboratorio de Algete reafirme la existencia de focos en la provincia. Desde agosto La llegada de los resultados pilla a la cabaña leonesa susceptible de ser vacunada en una desigual proporción: mientras que casi todas las más de 50.000 cabezas de ovino y caprino ya han recibido la vacuna, el 90% de las cerca de 30.000 reses de vacuno esperan todavía que se les aplique las dos dosis, pese a que la orden ministerial en la que se obligaba a las comunidades afectadas a desarrollar la campaña contra los serotipos 1 y 8 del virus se dictó en los primeros días de agosto. La única lectura positiva de la confirmación de focos de lengua azul en León, como ya sucedió en Cantabria o Asturias, se deriva de la modificación que tendrá que hacer el ministerio en los próximos días, cuando ampliará la zona de restricción a una franja mucho más amplia de terreno e, incluso, no se descarta que tenga que extenderla a toda la península. Esta catalogación facilitaría los movimientos de las reses leonesas, que podrían pasar sin problemas a todo el territorio español, puesto que el tránsito no se haría a espacio libre del virus, como sucede ahora, cuando tienen que esperar 3 meses para entrar en estas tierras.