La vacunación contra la lengua azul no acabará hasta final de año

La consejera de Agricultura y Ganadería, Silvia Clemente, anunció ayer tras la reunión de las organizaciones profesionales agrarias con la Junta que prevé que toda la cabaña de la comunidad esté vacunada contra la lengua azul antes de que finalice el año, pese a que ya hay casos de la enfermedad en la provincia leonesa. Clemente también señaló que el número de reses que ya han recibido tratamiento «supone el 20% del total de la cabaña». La consejera precisó también que las principales zonas afectadas son las provincias de León, Palencia y Burgos, aunque lo cierto es que también se ha procedido a vacunar reses del sur de la comunidad. La titular de Agricultura y Ganadería destacó el buen hacer del ejecutivo «que se ha adelantado a la declaración de zona restringida por parte del ministerio para agilizar la vacunación lo máximo posible». Como parte de este dispositivo, Clemente anunció que se ha optado por aumentar el número de personas que vacunarán a los animales -28 más para toda la comunidad- aunque también dejó claro que ese proceso lo lleva a cabo una empresa privada. 500.000 hectáreas menos Ya se sabía que la caída del precio de venta de los productos agrarios y la subida incontrolada de los costes de producción tendrán consecuencia negativas para el próximo 2009. Sin embargo, Donaciano Dujo, de Asaja, concretó más esa predicción. Dujo aseguró ayer que la próxima campaña podría reducirse en 500.000 las hectáreas sembradas, a pesar de que el presente año ha supuesto un récord de superficie y cosecha, con más de nueve millones de toneladas de grano. El cálculo, que supone un 25% menos de lo cultivado durante el 2008, no fue refrendado por la consejera de Agricultura y Ganadería, Silvia Clemente, que aclaró que en estos momentos «no hay indicios que nos lleven a esa afirmación». El sector de la remolacha también centró una buena parte de la reunión entre las organizaciones agrarias, el presidente de la Junta y la consejera del sector. Según Clemente, el sector se encuentra aún en términos de competitividad, ya que las toneladas recogidas en 2008 fueron 35.000, frente a las 42.000 de 2007. Al tener que descontar las 4.000 derivadas del cierre de Acor en Valladolid, sólo se registraría una pérdida de 2.000 toneladas.