Siete restaurantes participan hasta el día 4 en las jornadas gastronómicas de productos de León
La Virgen se prepara para recibir a 50.000 romeros en San Froilán
Cuarenta carros, tres tirados por mastines, y 120 pendones de la provincia acudirán a la fiesta del día 5
La Virgen del Camino celebra el próximo domingo la tradicional romería de San Froilán, a la que acudirán cuarenta carros engalanados y 120 pendones llegados de toda la provincia. El alcalde, David Fernández, reconoce que esta fiesta sirve de colofón a todas las celebraciones que se han desarrollado en el municipio durante el verano. También explica que es la cita que suele atraer más público, gracias al mercadillo que se instala en torno al Santuario, los puestos de comida y las exhibiciones de bailes regionales. En esta edición esperan que se desplacen más de 50.000 romeros el día 5. Como curiosidad, tres de los carros que acudirán a la concentración estarán tirados por mastines. El resto utilizarán vacas, burros y caballos. Entre los pendones, llegarán de puntos tan alejados como Turienzo y Tombrío. Además, a la misa que se oficiará al aire libre, a las doce de la mañana, asistirán los ayuntamientos del Voto (Valdefresno y Villaturiel), el Ayuntamiento de León y el de Valverde de la Virgen, junto con autoridades civiles y militares. Paralelamente, siete restaurantes de La Virgen del Camino ofrecen menús con morcilla, chorizo y pulpo dentro de las jornadas gastronómicas de productos de León, que este año alcanzan su sexta edición. Las jornadas comenzaron el pasado día 26 y se prolongarán hasta el día 4, con precios que oscilan entre los 20 euros y los 37 por persona. Por narices Según reza la tradición, los romeros no se pueden marchar sin comprar las tradicionales avellanas y sin tirar de las narices a San Froilán. El santo nació en la provincia de Lugo en el año 833. Con 18 años decidió hacerse ermitaño y se retiró, según parece, primero a una gruta de Ruiterlán, en el Bierzo, y más tarde a las montañas del Curueño. Junto al sacerdote mozárabe Atilano emprendió una vida monacal y de reforma de la vida eremítica que le llevó en el año 900 a ser nombrado obispo de León, con el respaldo del rey Alfonso III. Los ceremoniales fueron presenciados por el monarca y toda la corte del momento. Murió cinco años después, el 5 de octubre, y fue enterrado en la Catedral, en un suntuoso sepulcro construido para sí por el rey. Las crónicas cuentan que «los devotos vecinos de León lloraron amargamente la falta de su santo pastor Froilán¿».