Diario de León

Los sindicatos reclamarán el martes ante la Fele que se respete el «trabajo decente»

Arturo Fernández e Ignacio Fernández ayer en la presentación en León

Arturo Fernández e Ignacio Fernández ayer en la presentación en León

León

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La exigencia de lo que se ha denominado «trabajo decente» y la protesta contra la Directiva de Tiempo de Trabajo que desde hace meses se debate en la Unión Europea son los dos motivos principales que han llevado a la Confederación Sindical Internacional (CSI) a convocar el próximo martes una movilización que se anuncia como «la primera a nivel planetario». Una jornada de reivindicación a la que en España se han sumado UGT y CC.OO., cuyos secretarios provinciales, Arturo Fernández e Ignacio Fernández, adelantaron ayer que en la provincia las protestas tendrán lugar ante las sedes de la Federación Leonesa de Empresarios (Fele) de la capital y Ponferrada, entre las 12.00 y las 12.30 horas. En primer lugar las centrales sindicales quieren llamar la atención contra los efectos indeseados de la globalización: «Se han globalizado sobre todo los aspectos negativos del sistema», señalan. Y recuerdan que la mitad de la fuerza laboral mundial gana menos de dos dólares diarios; que más de doce millones de personas trabajan en el mundo en condiciones de esclavitud; que 200 millones de niños y niñas menores de 15 años trabajan en lugar de ir a la escuela; que más de dos millones de personas mueren a causa de accidentes y enfermedades laborales cada año y que los derechos laborales y sindicales fundamentales no son respetados en muchos países del mundo. En definitiva, exigen un «modelo de globalización basado en el trabajo decente, aquel en el que el trabajador tiene un contrato, un salario digno, protección social básica y derechos sindicales». Una situación que según los líderes sindicales leoneses sí se cumple en líneas generales en la provincia, conde «las condiciones laborales son medianamente aceptables». Aunque critican que en tiempos de crisis «la patronal saque viejas fórmulas que no tienen cabida hoy». A lo que se oponen radicalmente los sindicatos mayoritarios del país es a que salga adelante la Directiva Europea de Tiempo de Trabajo, que pretende aumentar el límite de la jornada laboral hasta las 65 horas semanales. «La única explicación a este debate, que es la mayor agresión contra los derechos de los trabajadores y el modelo social europeo desde que se inició el proceso de integración, es que el Parlamento Europeo haya perdido la vergüenza». La directiva, en caso de ser aprobada, creará una competencia desleal de los países que la apliquen contra otros que, como España, ya han manifestado su oposición al proyecto. «En países vecinos los trabajadores estarán muchas más horas con los mismos salarios, lo que afectará sin duda a la competitividad, además de suponer de hecho el visto bueno a la explotación de los seres humanos», explicaron los dirigentes sindicales.­

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