Los productores deben decidir ahora si aceptan la propuesta que ha posibilitado la consejería
La Junta logra que cuatro industrias absorban el excedente de leche
El acuerdo implica pagar a precio de mercado y asegurar la recogida a las cien explotaciones
El conflicto de la leche, la última crisis que ha dejado al aire el declive en la relación entre el sector primario leonés y las industrias, se asoma a un punto y seguido; el segundo del año, tras salvar el ultimátum la pasada primavera: la Junta ha logrado tras intensas negociaciones que varios operadores se puedan hacer cargo de la producción que por miles de litros -hasta 55.000- que se han quedado sin entrar al mercado desde el pasado martes. Ni una de la empresas a las que altos cargos de la consejería de Agricultura y Ganadería llamaron para tratar de que asumieran la leche que sale a diario de casi un centenar de explotaciones leonesas contaba con margen comercial para asumir la producción. Así está el mercado. Esa es la realidad, que sí aceptan sortear de forma consorciada el grupo de industrias -cuatro, en principio- a las que la consejería ha logrado involucrar en el rescate de los ganaderos leoneses. El acuerdo se basa en garantizar las entregas, según las cuotas asignadas a cada explotación, y a precio de mercado. «La Junta se ha preocupado por colocar la producción de los ganaderos leoneses en las entregas industriales, y a precio de mercado», resumió ayer el delegado de la Junta en León, Eduardo Fernández, quien tuvo oportunidad de intercambiar impresiones con los ganaderos que acudieron a las puertas de la delegación del gobierno autonómico, en Eras de Renueva, a repartir leche gratis en señal de protesta por la situación de debilidad que representan en la pirámide del sector lácteo. El precio de mercado significa, para el productor, 55 pesetas por litro. Alrededor de 33 céntimos de euros. Así puede figurar entre la letra pequeña del acuerdo que han asumido las empresas ante la Junta. Y se asume también la recogida, el camión en ruta hasta los confines del norte leonés, donde quedan diseminadas explotaciones lácteas que tienen difícil competir con otras asentadas en las vegas. Esa parte de la batalla ha dado origen a la zozobra que sufre desde la pasada primavera la parte más débil del tejido productivo leonés y que, por encima de los recortes de precios, los costes de producción y el ahogo financiero que persigue a las explotaciones más pequeñas, para por soportar la situación extrema de tirar la leche a la cloaca y quedarse sin el único foco de ingresos. Si los ganaderos aceptan el acuerdo que ha cerrado la Junta con el grupo reducido de lácteas que están dispuestas a hacer un hueco entre sus líneas de recogida para la leche que hasta ahora gestionaba Cea-Esla se habrán quitado de en medio el drama de no poder vender. «La Junta se ha preocupado por colocar la producción, y a precio de mercado» EDUARDO FERNÁNDEZ Delegado de la Junta