Sumará recursos a las tres unidades asistenciales que están en funcionamiento en el psiquiátrico
Una unidad de referencia en León tratará a veinte enfermos mentales en Santa Isabel Un lugar poco adecuado para 52 ancianos, que necesitan plaza en una residencia
El nuevo servicio, que ya da asistencia a tres pacientes, será inaugurado por el consejero
El complejo psiquiátrico Santa Isabel dispone desde hace un mes de una nueva unidad de referencia para atender a discapacitados intelectuales y enfermos mentales. La unidad, que será inaugurada por el consejero en los próximos días, dispone de veinte plazas, aunque, de momento, sólo atiende a tres personas, una de ellas ambulatoria. Los enfermos serán derivados de la unidad de agudos. Este nuevo centro sumará recursos a las tres unidades asistenciales ya existentes. La unidad de convalecencia psiquiátrica, para pacientes agudos hospitalizados un máximo de cuatro meses, tiene capacidad para catorce camas. Estos pacientes son remitidos por la unidad de enfermos agudos del hospital porque necesitan más tiempo para estabilizar su clínica, según los datos facilitados por el director del centro, Jesús Morchón. La unidad de rehabilitación psiquiátrica, con capacidad para 33 pacientes, tiene ingresados a enfermos cuya recuperación necesita más de un año de hospitalización. Durante ese periodo de tiempo los pacientes reciben terapia para la recuperación de su autonomía y las capacidades básicas para la incorporación a las actividades diarias. La unidad de psiquiatría de larga estancia o residencial psiquiátrica, con cincuenta camas, tiene un ámbito de atención regional y está pensada para pacientes con una patología psiquiátrica grave y necesitan el entorno hospitalario de forma indefinida, «son pacientes que tienen muchos problemas de reinserción fuera del hospital, tienen una patología grave difícil de manejar por su familia y, en muchos casos, no tienen un apoyo familiar», asegura Morchón. Además de estos recursos, los pacientes con enfermedad mental disponen en León de dos pisos «de entrenamiento y transición» -como los define el director del centro psiquiátrico- en el que viven actualmente ocho pacientes, «después de un programa de tratamiento, muchos de ellos volverán a su familia habitual con más capacidad para afrontar sus problemas». Cada vez más jóvenes Aproximadamente el 3% de la población sufrirán una enfermedad mental a lo largo de su vida. En Castilla y León es la segunda causa de discapacidad. Las patologías más frecuentes, como esquizofrenia o los trastornos afectivos, ocupan los primeros lugares de una patología que afecta cada vez más a personas de menor edad. Morchón alerta de aumenta la incidencia de la esquizofrenia en personas jóvenes, «Es un problema que estamos notando últimamente, que se asocia al consumo de tóxicos, que unas veces desencadena y otras potencia la enfermedad». La atención a las personas afectadas y sus familias en la comunidad, (en tornos normalizados) es reconocida por la OMS como la mejor forma de organización de los servicios de salud mental, con apoyo para las situaciones de mayor emergencia de hospitales generales para el ingreso temporal. Las familias de enfermos mentales de León, asociadas en Alfaem, consideran que el modelo sanitario en España para la Salud Mental, y en particular en Castilla y León, consolidado con la Estrategia Regional en Salud Mental y Asistencia Psiquiátrica es apropiado, «pero insuficiente». El hospital psiquiátrico santa Isabel dispone de una unidad residencial en la que viven 52 pacientes, todos ellos ancianos, con una media de 80 años, y que llevan asociada a su enfermedad un retraso mental. La dirección del centro lleva varios años «peleando», como asegura Jesús Morchón, para que estos pacientes accedan a recursos más adecuados para su dependencia, como es el caso de una residencia para la tercera edad o un centro de atención discapacitados. «Las plazas de residencias públicas con escasas y la mayoría no puede acceder a una residencia privada». Morchón asegura que los pacientes ingresados tienen una pensión media de 400 euros, «lo que les obliga a estar en un lugar inadecuado para ellos, como es este centro». El paso del tiempo ha hecho desaparecer la patología psiquiátrica por la que fueron hospitalizados y la avanzada edad y las demencias asociadas hace necesaria una atención más especializada a sus necesidades, «los cuidados básicos», dice Morchón. Por eso, desde el centro psiquiátrico, llevan solicitando varios años que estas personas, con necesidades propias de una persona mayor, más que psiquiátrica, ocupen una plaza en una residencia de ancianos.