La ARMH descubre la cuneta en la que se ocultaron los cuerpos de maestros de León
Localizan al norte de Zamora una fosa con doce paseados leoneses
El enterramiento dará luz sobre la identidad de algunos jóvenes que se creían en Albires
En cuatro o cinco días, los voluntarios de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica creen que podrían haber terminado la exhumación de los restos de doce represaliados leoneses ocultos desde el otoño del 36 en una fosa común situada al norte de la provincia de Zamora, en la comarca de Tábara. La historia de los represaliados por los pistoleros hace más de siete décadas tiene una relación estrecha con el procedimiento que los asesinos emplearon contra los estudiantes de veterinaria, en cuya búsqueda se afanó la ARMH en la zona de Albires a finales del pasado verano. Y son leoneses también. El hilo conductor hasta la fosa partió del testimonio de un lugareño al que obligaron a dar tierra los paseados: doce cuerpos, seis y seis -hombres y mujeres- con ropas que no correspondían en aquella época a gentes campesinas. Todos procedían de la zona de Valderas, todos aspiraban a ganar por oposición una plaza de docentes tras acabar los estudios de formación en Magisterio. La prueba fue su tumba. De ahí, de ese verano convulso de 1936, no volvieron a casa. Los cuerpos serán rescatados en los próximos días del enterramiento que bordea la N-630. Más larga se fía la identificación de las víctimas, con las que la justicia saldará una cuenta mínima cuando se les posibilite un lugar digno para descansar. La ARMH, que ha cumplido con el proceso de exhumación solicitado o promovido por los familiares de estas doce víctimas de la represión en la guerra civil, dispone de una amplia lista de nombres de estudiantes que dieron con su vida en una fosa, presos del orden que impusieron las pistolas y la represión en una época negra de España. Algunas de las víctimas que se creían ocultas en la fosa de Albires podrían estar en el enterramiento de la zona de Tábara; en la cuneta zamorana se zanjará una duda sobre cuántos de los estudiantes que no volvieron a las aulas en el otoño del 36 deben su ausencia a un crimen, a quien lo ordenó a quien apretó el gatillo. «Tenemos sus nombres y su historia; ahora sus cuerpos; el proceso de identificación será largo» SANTIAGO MACÍAS Vicepresidente de la ARMH