La Unión de Campesinos completa el proceso de catarsis y renueva su confianza en Juan Antonio Rodríguez
La Unión de Campesinos de Castilla y León en León cerró ayer el proceso de catarsis al que se vio abocada tras desprenderse de las siglas históricas de la Coag. El congreso provincial bendijo ayer la suma del sindicato agrario leonés a la nueva organización, La Unión, que consorcia a los Pagesos catalanes, Llauradores de Valencia, Agricultores y Silvicultores de Madrid, la Plataforma canaria y la Unión de Extremadura. Nuevos tiempos, nuevas ilusiones fue el lema de la cita congresual en la que más de 200 afiliados ratificaron casi por aclamación su confianza en Juan Antonio Rodríguez como coordinador de la asociación en la provincia. El reelegido dirigente no dudó en alertar del peligro que los problemas crónicos del campo leonés suponen para el futuro del sector. Atrapados por el crédito «La rentabilidad que ofrece esta cosecha a los agricultores es nula y los profesionales del sector no pueden sembrar para perder dinero, tiene que haber estabilidad y tienen las administraciones que controlar el mercado, que no es otra cosa, que lo que están haciendo ahora mismo con los bancos», alertó el sindicalista agrario paramés. En cuanto a la situación del sector ganadero, el coordinador provincial de UCCL, integrada ya en la Unión, expresó su apoyo a la cooperativa Cea-Esla, la más afectada por la negativa de algunas industrias lácteas a recoger la producción diaria de leche de vacuno, un producto perecedero. «La Junta no ha gestionado bien este proceso» ya que, según explicó, ha alcanzado un «acuerdo con las industrias a base de talón y de concesiones pero eso sí eliminando una cooperativa». Rodríguez criticó que la Junta ofrezca a cada ganadero la recogida de su producción a cambio de que negocie con las empresas el precio de la leche. Señaló que el sector está sufriendo una gran crisis que ha supuesto que este año en Castilla y León hayan solicitado créditos a las entidades financieras por valor de 170 millones de euros. Horizonte complicado UCCL puntualizó que el rendimiento medio de las superficies de secano de la Comunidad se sitúa entre los 2,2 ó 2,5 kilogramos por hectárea sembrada de cereal, lo que en condiciones como la de este año se traducirá en pérdidas cuantiosas para los agricultores. En este sentido, el burgalés José Manuel Palacín, que es coordinador de la UCCL en la autonomía, vaticinó que los elevados costes de producción se traducirán en cuantiosas pérdidas. El responsable indicó que este año han coincidido en el tiempo dos factores negativos para el futuro del campo en Castilla y León. Por un lado, se ha producido un incremento en el coste de los fertilizantes y del gasóleo y por otro el desplome del precio de los cereales. Recordó que la última cosecha dejó una gran producción que no se ha traducido en beneficios para el sector agrícola. «La rentabilidad de la cosecha de cereal es nula; nadie sembrará para perder dinero» JUAN ANTONIO RODRÍGUEZ Coordinador de UCCL en León