Los focos de lengua azul se duplican en siete días por el noreste leonés

Los casos de lengua azul entre la cabaña ganadera leonesa se han duplicado en sólo una semana, tras confirmar el Rasve, la red de alerta sanitaria veterinaria, veinticinco nuevos focos en la provincia. Se localizan en el norte y en el este del territorio, con especial incidencia en los municipios que tienen límite con el Principado de Asturias, y un notable desarrollo en áreas de influencia próximas que comparten los manejos de ganado extensivos, o manutención basada en los pastos en puertos de montaña o altitud en épocas estivales. La expansión de los positivos por el virus de la lengua azul marca el despegue a los dos meses de declararse parte de la provincia leonesa como zona restringida frente a los serotipos 1 y 8 del virus. Curiosamente, la mayor parte de los positivos están causados por el primero, según los resultados de los análisis confirmados por el laboratorio nacional de referencia en Algete. Y la mayor incidencia de los positivos se registra también entre las reses bovinas, la parte de la cabaña ganadera a la que han tardado más en llegar las vacunas, si es que han sido sometidas ya a ese proceso de inmunidad frente a la infección. El avance de la lengua azul por la provincia leonesa presenta también otra paradoja: la infección a la que se creía más proclives a los rebaños de ovino aparece de forma masiva en el vacuno. Y aún no se han producido secuencias de sangrado masivo de los animales potencialmente infectados, ni test adecuados a la normativa de control sobre la enfermedad, según marca la Unión Europea. El crecimiento de los casos positivos en la última semana, equivalente a un cien por cien, es que la planificación de la lucha contra el virus ha dejado desguarnecida de forma completa a un parte de la cabaña ganadera leonesa. Y sigue el avance. Se espera para los próximos días la confirmación de los nuevos test que se realizaron en las últimas semanas a reses pendientes de abandonar el círculo de imovilización que ha marcado desde inicios del mes de agosto la declaración de todo el tercio norte de León como zona restringida. En el mapa de positivos se observa también que la marca del mosquito culicoide que porta el virus de animales infectados a otros sanos ha superado con creces los límites de ese área de seguridad. León ha dejado de ser un lugar seguro para los animales frente a una enfermedad que tiene unas consecuencias económicas de penuria para el sector. Ya no es una excepción ni está inmunizado frente a la expansión de los casos que se comparte en toda la cornisa cantábrica. Las vacunaciones masivas parece que ya no son una solución efectiva para los caprichos del vector.