Doctora en Ciencias Políticas y Sociología, experta en temas de género
«El género debe estar en todas las fases de planificación de proyectos»
La doctora en Ciencias Políticas y Sociología, experta en temas de género, Almudena Cabezas ofrece mañana una conferencia dentro de los actos organizados en la Semana contra la Pobreza. -¿Qué significa la feminización de la pobreza? -Mi intención es desmitificar las ideas que hay en torno a la pobreza en las mujeres. Muchas visiones tienden a dar una imagen de las mujeres sólo como víctimas como algo abstracto, pero son víctimas de un sistema desigual que reparte mal el poder en la democracia, en los estados y en los hogares. Los casos en Latinoamérica sirven para contrastar algunas ideas. -¿Cuáles son esos casos? -El hecho de que se mida que la mujer deja de ser pobre cuando sale del medio rural y se incorpora a un medio industrial de trabajo. Pensar que eso es un factor de la autonomía de la mujer es una falacia, cuando vemos que trabajan en empresas que cobran menos de medio dolar al día y tienen que abandonar a sus hijos, que se sienten desplazadas. Lo que podemos pensar que es bueno para la mujer no siempre lo es. Los ejemplos son claros como las jefas de hogar, el servicio doméstico, cuando las mujeres se insertan en las cadenas productivas globales. Cuando reclamamos salidas para la pobreza hay decisiones que van más allá de lo monetario. -¿La pobreza de la mujer no sólo está en el Tercer Mundo? -Eso es lo importante a tener en cuenta. La mujer tiene la parte peor. Me interesa ver los ejemplos de las mujeres que están trabajando desde el punto de vista de cómo se organizan. Hay muchas mujeres haciendo cosas que son muy admirables, como las que están organizadas en Ciudad Bolivar, en las zonas rurales en Argentina y Uruguay, las mujeres guatemaltecas, las de Chiapas. -¿La incorporación de la mujer al mercado de trabajo es una solución? -La feminización del empleo no significa que las mujeres sean más en el mercado de trabajo. En Ámerica Latina se han incorporado al trabajo, pero el mercado de trabajo adopta las medidas que tenía para la mujer, es decir, precario, flexible, temporal, mal pagado y sin derechos laborales. -¿De qué manera pueden contribuir los países desarrollados a terminar con la pobreza de género? -Que el género sea una versión transversal en todas las fases de planificación de los proyectos, porque no hay que olvidar que en los países desarrollados las mujeres afrontan los mismos problemas. Hay que desechar la idea de que tenemos mucho que ofrecer y nada que mirarnos. Hay que avanzar más en la toma de conciencia en la sociedad de lo importante que es que haya un equilibrio y un reparto de poder equitativo en el interior de nuestras sociedades porque si nosotros no tenemos eso claro no podemos pretender enseñárselo a nadie. No siempre hay un trabajo real detrás. La mayor parte de las personas que trabajan en cooperación no saben que implica trabajar con perspectiva de género. Día: Jueves, 16 Hora: 19.00 horas. Mesa rondada en la que intervendrá también Clara Murguialday, licenciada en economía de la Universidad del País Vasco, que hablará de «¿Por qué la pobreza afecta más a las mujeres en el mundo?»