Aquí no hay playa: vigilantes sí

La provincia de León demanda los servicios de las empresas privadas de seguridad en un porcentaje que supera en dos puntos la media nacional, de acuerdo a los datos del balance anual presentado por la Asociación Profesional de Compañías Privadas de Servicios de Seguridad (Aproser). El sector mueve a nivel nacional una facturación de alrededor de 3.500 millones de euros y viene creciendo en torno al 8% anual durante los tres últimos lustros. El aumento en León se sitúa en torno al 9,5% en lo que va de año «aunque los datos en nuestro sector suelen ser un indicativo bastante fiable del estado de la sociedad y del estado de bienestar que se registra en el país», manifestó Eduardo Cobas, secretario general de la asociación, que visitó este fin de semana León en compañía de Roberto García Covián, gerente de las delegaciones de Asturias y el País Leonés. Aproser engloba a las trece principales empresas del mercado y controla un 75% del sector privado en la actualidad. Fundada en 1977, la compañía se dedica básicamente «a los mecanismos anti intrusión, así como a la vigilancia, el transporte de fondos y los sistemas de seguridad». El Ministerio del Interior tiene registradas más de un millar de empresas del sector. Casi la mitad de las mismas se agrupan en cinco grandes holdings, que básicamente acogen en su seno a compañías de entre diez y veinte empleados. Son la mayoría, junto a las que agrupan menos de medio centenar de trabajadores. Núcleo consolidado En León actualmente 600 familias viven de la seguridad privada. «La consolidación del crecimiento ha hecho ya casi una norma del aumento de la demanda alrededor del 8%. Aquí tenemos más trabajo en los centros comerciales, en la obra pública y en el movimiento económico en definitiva. Igual que la provincia, el sector acusa en León la falta de movimiento empresarial y está muy pendiente de las inversiones públicas. La nueva estación del AVE abrirá una importante bolsa de trabajo, por ejemplo y los centros comerciales que se proyectan, serán otro foco que generará empleo», destaca Cobas. Para el ciudadano leonés, el vigilante de seguridad está bastante bien valorado. «A nivel nacional tenemos un 68% de personas encuestadas que declaran estar muy satisfechos o satisfechos con la presencia de este tipo de servicios en las zonas en las que viven por sólo un 8% que declaran que resulta negativo». Los agentes privados españoles tienen una cualificación profesional especialmente alta «muy superior a la del resto de los países europeos» y son de una eficacia casi infalible en materia de transporte de fondos: «Siempre puede haber imprevistos, como a veces ocurre, pero las bases de custodia son especialmente seguras y el servicio que se presta en general es también de primera calidad». Las nuevas formas de delincuencia no parecen haberse hecho especialmente fuertes en León. «Aquí las bandas de rumanos y kosovares, de momento no suponen un problema de primer orden, como sucede a veces en otros casos. La vigilancia de las infraestructuras de los transportes es el principal argumento de trabajo para este tipo de compañías. «Nuestra labor secundaria se dedica fundamentalmente a las administraciones públicas, donde la designación de las funciones corresponde a los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado» y el tercer apartado en el que más se actúa se refiere a las instalaciones industriales y energéticas. El 89% de los vigilantes son varones y por comunidades autónomas, Madrid, Andalucía y Cataluña son las autonomías que más recurren a este tipo de servicios. Castilla y León fue la octava de las diecisiete autonomías en nivel de facturación a lo largo del año 2007. «En León notamos, como el resto de la ciudadanía, la falta de un tejido industrial más fuerte» EDUARDO COBAS Secretario de Aproser «De momento, aquí no se nota especialmente la presencia de las bandas organizadas del Este» ROBERTO GARCÍA Gerente de Asturias y País Leonés