Al programa se incorpora la sede de Villablino para fortalecer su presencia en las zonas rurales
Quinientos alumnos inician este año el curso de la experiencia de la ULE
La Junta destina 810.000 euros para toda la comunidad, un 7% más que el año anterior
«Lo más importante del programa es la participación, y este año hemos batido el récord» CÉSAR ANTÓN Familia e Igualdad? de? Oportunidades Quinientos alumnos leoneses están matriculados en el curso 2008-2009 en el Programa Interuniversitario de la Experiencia, a la que se suman otros 3.849 alumnos en toda Castilla y León, la cifra más alta de participantes desde que la Junta pusiera en marcha este iniciativa en 1993 con la colaboración de las ocho universidades públicas y privadas de la comunidad. El programa, que fue inaugurado ayer en León por el consejero de Familia e Igualdad de Oportunidades, César Antón, se distribuye por 28 sedes, doce en el medio rural, con la inclusión este año de Villablino, Villarcayo (Burgos) y Béjar. La financiación de Junta para este curso es de 810.000 euros, un 7% más que el año anterior, al que se destinó 757.423 euros. Las sedes del programa en la provincia están en León, Ponferrada, Astorga y Villablino. Antón dijo ayer que el programa supone una apuesta por el envejecimiento activo, la autonomía personal de las personas mayores y su calidad de vida. «Transportar conocimientos» El rector, José Ángel Hermida, aseguró que el programa de la experiencia «es una forma de transportar los conocimientos y la puesta al día de las personas que tienen inquietudes por el conocimiento». El programa quiere despertar en los participantes las actitudes solidarias que pueden manifestarse en conductas de ayuda y voluntariado hacia los propios mayores y otros grupos de población. Una de las actividades puesta en funcionamiento el año pasado es el programa de intercambios, que permitió el curso pasado una colaboración entre la Universidad de León con su homónima de Alicante, que contó con la participación de 13 alumnos de las sedes de León y Ponferrada. El consejero destacó que este programa brinda la posibilidad de intercambiar relaciones con otras generaciones y con las otras universidades. Los alumnos, según Antón, consideran que las asignaturas son adecuadas, «la mayoría dicen que han aumentado sus conocimientos, pero también su ocupación de tiempo libre y sus relaciones con otras personas, además de valorar al profesorado por su calidad», asegura el consejero. En la inauguración intervino Pilar Berasategui, una de las personas implicadas en el programa, quien destacó el enriquecimiento de las nuevas relaciones, «no estamos de acuerdo con la idea que se transmite de que todo está en los libros. No podemos ser receptores pasivos», dijo, para recordar al consejero y a la gerente de los servicios sociales de la Junta, Ana Mato, que además de las carencias económicas, la universidad necesita de infraestructuras que faciliten el acceso a todas las actividades programadas.