Las entidades gestionarían las oficinas y la Obra Social; la política financiera sería tutelada desde Valladolid
La integración que propone la Junta le garantizaría el control sobre las cajas
Patronal, sindicatos, presidente de cajas y Óscar López se reúnen mañana con Herrera
La Junta y el PSOE de Óscar López ya han decidido por el resto. Habrá una integración de cajas de ahorro de la comunidad sí o sí y se hará bajo la denominación jurídica de «grupo contractual paritario». La rapidez es tal que esta nueva reorganización del sistema financiero de Castilla y León podría estar funcionando ya en seis meses. La propuesta, además, señala que la integración es irreversible y deja la tutela del grupo y de todas sus decisiones en manos de la Junta. La Junta y el PSOE de Castilla -porque el de León no comparte, para nada, esta idea- tienen bien atado bajo qué premisas quieren llevar a cabo esta integración. Las seis cajas -Caja España, Caja Duero, Caja de Burgos, Cajacírculo, Caja Segovia y Caja de Ávila- constituirían un órgano central, mediante la fórmula de una sociedad anónima, que estaría sometido a la supervisión del Banco de España. Este modelo de integración preserva la identidad y la territorialidad de las cajas (sus sedes sociales), pero sólo reservaría en exclusiva para las entidades la gestión de las oficinas, de su patrimonio fundacional y de la Obra Social. El resto de cuestiones, es decir las importantes, estarían bajo la decisión de lo que se da en denominar sociedad central. Está sociedad central, o sede central, que, por supuesto se ubicaría en Valladolid, se ocuparía de la política financiera, de riesgos, seguros, banca corporativa e institucional, corporación industrial y de la expansión hacia el resto del país y hacia el extranjero. Consejo con 18 miembros El nuevo ente contaría con un consejo de administración de 18 miembros: doce de ellos serían los presidentes y directores generales de las seis cajas y los seis restantes se reservarían para profesionales de reconocido prestigio en el sector financiero. ¿Quién elegiría a estos seis ilustres? Aún está por decidir, pero parece claro que se hará desde Valladolid. Algunas fuentes consultadas por este periódico aseguran que el presidente Juan Vicente Herrera y Óscar López ya tienen cerrados algunos nombres. Dentro del nuevo organigrama, también se contemplan las comisiones ejecutiva, de nombramientos y retribuciones y de auditoria y cumplimiento. La futura sociedad central del grupo podría cotizar en Bolsa. Para asegurar la liquidez y solvencia de las cajas se prevé un sistema de protección con préstamos subordinados, compra de activos, cuotas participativas y un Fondo de Reserva para Riesgos de Insolvencia. Juan Vicente Herrera y Óscar López tendrán mañana una comida en Valladolid con los empresarios, los sindicatos y los presidentes de todas las cajas, a los que expondrán su ideario del nuevo grupo financiero. Algunas fuentes apuntan que Herrera y López esperan ya cerrar un acuerdo en esa reunión, algo que se antoja harto complicado, ya que ninguno de los consejos de las entidades -al menos no el de Caja España- ha sido informado sobre la marcha de esta posible integración-fusión-contractual-paritaria y, por tanto, tampoco ha podido pronunciarse sobre el mismo. Quien si lo ha hecho es Cajastur, que parece no ver con malos ojos una posible fusión con Caja España -que las convertirías en la séptima caja del país-, por ser rentable en términos económicos y sociales.