El SAM avala la continuidad de nueve de las once integradas en la red por su papel en las comarcas
La Diputación cerrará las oficinas de desarrollo pese a los informes en contra
El consejo de administración aprobó ayer la disolución de Ipelsa el 31 de diciembre
El fin de Ipelsa ya es una realidad dieciocho años después de que la Diputación decidiera crear esta sociedad para impulsar el desarrollo socioeconómico en el ámbito rural. Ayer, su consejo de administración aprobó la disolución de la sociedad el próximo 31 de diciembre. Ahora, tendrá que ser la junta general quien refrende el paso de forma definitiva para iniciar los trámites legales para esta disolución. Por lo que se refiere a la red de oficinas de desarrollo -un total de once-, su futuro será decidido por la Corporación Provincial también de forma inminente, aunque la idea es que corran la misma suerte que Ipelsa, es decir, que cierren sus puertas en las distintas cabeceras de comarca donde llevan prácticamente dos décadas en servicio. De todas formas, según ha podido conocer este periódico, la decisión requerirá una negociación más precisa, ya que un informe del SAM (Servicio de Asistencia a Municipios), encargado por dos diputados del equipo de gobierno, apuesta por la continuidad de nueve de estas once oficinas de desarrollo: todas menos las de Bembibre y Fabero, ya que sus respectivos ayuntamientos consideran que no funcionan. De esta manera, el informe aboga por mantener abiertas las de Cistierna, La Pola, Astorga, Coyanza, La Bañeza, Valderas, Veguellina de Órbigo, Santa María del Páramo y Vega de Espinareda. Ante la situación, equipo de gobierno y Diputación tendrán que estudiar en las próximas semanas las distintas salidas o soluciones que puede darse a esta red de oficinas de desarrollo. En cualquier caso, tras una reunión del consejo de Ipelsa hace un mes, la presidenta de la institución provincial ya avanzó que la decisión de disolución de este instituto y las once oficinas fue tomada por unanimidad de todas las fuerzas políticas y garantizó que los trece trabajadores con los que cuenta la estructura completa (sede de Ipelsa en León y oficinas) serán recolocados en otras áreas de la institución provincial. La presidenta aclaró también en aquel momento que la decisión de este cierre se centra en que tanto el Instituto de Promoción Económica de León y la red de oficinas de desarrollo «no cumplen ya los objetivos para los que fueron creados en los noventa, porque la realidad de la provincia es diferente». También recordó que en los últimos años otras administraciones, como la Junta, han puesto en marcha en el área rural planes semejantes a los desarrollados por la red de la Diputación, además del trabajo de los grupos de acción local. «Esta red ya no es necesaria». El área de Planificación de la institución asumirá igualmente estas funciones.