Buscan fuera de la provincia a los huidos del tiroteo de Villaobispo

Mientras que el vecindario intenta volver a encontrar la calma perdida con los disparos que atronaron las calles Menéndez Pelayo y Blasco Ibáñez de Villaobispo el sábado al mediodía a causa de un ajuste de cuentas por droga, según fuentes de la investigación, la Guardia Civil continúa con sus pesquisas para intentar encontrar a los cuatro participantes en el tiroteo que se dieron a la fuga: tres en un coche Peugeot 406 azul marino, que abandonaron a primera hora de la tarde en las inmediaciones del laboratorio pecuario con cinco impactos de bala, y otro en un Audi A3, en solitario, después de que uno de sus compañeros falleciera y otro, hermano del finado, fuera detenido en el lugar de los hechos. Dentro de las diferentes líneas de trabajo abiertas en la investigación, la tesis principal, según fuentes que trabajan en el caso, sigue la pista de los fugados fuera de la provincia. Esta teoría toma cuerpo por la certeza de que el grupo en el que se encuentra el presunto asesino del jóven de 30 años, que era cacereño y no tenía domicilio fijado en León, llegó desde otra provincia de la zona suroeste de la península para abordar el ajuste de cuentas. La muerte del joven, que contaba con antecedentes por delitos de tráfico drogas, según fuentes de la investigación dirigida por la Guardia Civil de León, se produjeron cuando el grupo intentó llegar hasta la víctima, que estaba en un domicilio en la calle Blasco Ibáñez, perpendicular a Ménéndez Pelayo, y que salió, junto a otros dos hombres, con una escopeta de cañones recortados detrás de sus agresores, que llevaban un arma corta. Ya en la calle, según las citadas fuentes, el tiroteo acabó con el cacereño muerto y múltiples impactos en las paredes de los edificios y desperfectos en coches aparcados en la zona. Allí mismo, la Guardia Civil hizo la única detención que contabiliza por ahora.