Rebaños sin control expanden la brucelosis por todo León

No hay imposibles en la crisis que sufre el campo leonés. El último reto al que se enfrenta el sector es el avance de la brucelosis gracias a la libertad con la que se mueven varios rebaños de vacuno en áreas de montaña, ajenos a ningún tipo de control y en muchos casos, también, sin la atención de los propietarios. Así se han dado casos en la comarca de Omaña, ante los que ni las autoridades competentes en la materia de sanidad animal ni a las que corresponde preservar las propiedades privadas que invaden los animales en sus avances en busca de pasto hayan dispuesto medidas efectivas. También se están produciendo fenómenos similares en áreas próximas a la montaña oriental leonesa, donde los rebaños de vacuno campaña a sus anchas por praderíos privados y montes en los que no tienen autorización a acceder. Las complicaciones de estos movimientos trascienden a la problemática inicial que afecta a los propietarios de fincas arrasadas por los animales sin control. Varios expertos coinciden en que la falta de control sanitario sobre esas reses, en muchos casos portadoras e infectadas con la bacteria que origina la brucelosis, puede afectar a otros sectores que en esta época del año disfrutan de una actividad plena con la recogida de setas que, pese a la climatología adversa, no dejan de aparecer en muchas zonas de la provincia. La falta de control en el movimiento pecuario comienza ya a ser un problema de grave trascendencia para las localidades afectadas por el libre trasiego de animales.