El desajuste de padrones inicial desbarató las previsiones de ingresos

Cuando Gersul acordó el importe del primer recibo del CTR se basó en un padrón de domicilios, comercios e industrias remitidos por los propios ayuntamientos, aunque el hecho de que muchos de estos datos no coincidieran con los del catastro provocó desajustes en los cálculos iniciales de ingresos para afrontar los gastos de funcionamiento y mantenimiento del complejo de San Román y sus servicios. De esta manera, desde su puesta en marcha (en otoño del 2005), el CTR ha ido arrastrando un déficit que las aportaciones de los ciudadanos a través de la tasa inicial no podían afrontar. El pasado año, la asamblea general del consorcio se vio obligada a incrementar un 153% el recibo domiciliario del CTR y los coeficientes destinados a la tasa que pagan comercios e industrias. El objetivo es afrontar el déficit y lograr paliarlo en un horizonte de cinco años. Este incremento causó tensiones políticas en el ámbito de la asamblea, con alcaldes que se negaron a apoyar la votación.