UGT exige a Llamas que lidere el debate en la caja y «encauce» a sus consejeros

La sección sindical de UGT en Caja España exige públicamente al presidente de la entidad financiera, Santos Llamas, que «como presidente de la primera caja de esta comunidad ejerza un liderazgo que no puede obviar» en el debate sobre la integración financiera; y le reclama además que «ejerza su responsabilidad ante su propio consejo de administración para encauzar por dónde deben ir las declaraciones» de los consejeros. Además, el sindicato solicita a Llamas que aclare cuál es la postura que debe tomar la caja y cuál es la situación de la entidad ante el proceso abierto por el PP y el PSOE a nivel autonómico. El secretario general de UGT en Caja España, Aníbal Merayo; y el secretario del consejo de administración, Miguel Ángel Álvarez, criticaron ayer con dureza las declaraciones efectuadas el martes por la vicepresidenta primera de la entidad, Isabel Carrasco, en las que advertía de que de no sumarse al proceso de integración propuesto desde Valladolid «quizá dentro de unos meses estemos lamentando la no existencia de Caja España». Merayo calificó de «muy temerarias» estas declaraciones, además de considerar que es «desestabilizador manifestar que es imprescindible unirse para poder sobrevivir». «Poner en entredicho la estabilidad de Caja España y aludir a posibles cierres sólo puede generar inestabilidad y desconfianza entre los clientes y temor entre los empleados», señaló el responsable del sindicato mayoritario en la entidad. Intranquilidad y desconfianza UGT censura que se sigan defendiendo las fusiones «como medio de futuro para solucionar problemas políticos que nada tienen que ver con los económicos»; y se insinúe que Caja españa no tiene por qué tener más peso que otras entidades. «Nos preguntamos a qué entidad representa la vicepresidenta primera. Desde luego a Caja España no». Ante unas manifestaciones que sólo «generan intranquilidad y desconfianza» y que están «fuera de lugar», el sindicato exige a la vicepresidenta «una rectificación pública inmediata, así como una explicación en los órganos de gobierno de la entidad para despejar cualquier duda sobre su viabilidad». El cargo que ocupa, según explicó Merayo en rueda de prensa, «le obliga a ser especialmente cuidadosa en sus manifestaciones, y a poner los intereses de la caja por encima de los de su partido». El consejo, sin noticias Por su parte Miguel Ángel Álvarez se lamentó de que el consejo de administración de Caja España no tenga ninguna noticia sobre el modelo de integración. «Todos los agentes políticos parece que conocen el tema y opinan que es bueno y el mejor», dijo en referencia al secretario autonómico del PSOE, Óscar López; «pero no sabemos basándose en qué criterios». El secretario del consejo no encuentra justificación que explique la «precipitación» con que a su juicio se está llevando el proceso; y en todo caso recordó que la asamblea general es el «único órgano con capacidad para decidir sobre un asunto de este caldado». «En todo este proceso parece que alguien quiere obviar que Caja España es la primera entidad de Castilla y León, que nuestra liquidez está en proporción a los activos entre las diez primeras del país; que nuestro ratio de solvencia se sitúa en el 12,4% cuendo el mínimo exigido por el Banco de España es del 8%. Y nuestra morosidad está siendo controlada y existe el compromiso de converger con la del sector a fin de año. Nuestra caja irá donde tenga que ir y con quien tenga que ir, pero que nadie nos empuje donde quiera ir otros». Por eso, concluyó Álvarez, «pedimos prudencia a todos, y exigimos responsabilidad sobre todo a los políticos. Y que se deje trabajar a los profesionales de la caja, que sin duda serán los más cualificados para valorar».