La investigación se centra en encontrar a los otros cuatro participantes
El hermano del fallecido vuelve a prisión al amenazar a dos agentes
J.R.F. fue detenido el sábado en Villaobispo después de que mataran de un tiro a A.R.F.
La libertad le duró a J.R.F. lo mismo que tardó en abrir la boca. Después de ser puesto en libertad pasado el tiempo legal máximo para ser retenido por el delito de tenencia ilícita de armas -que se le imputó al encontrarle en el lugar de los hechos en el que fue asesinado su hermano el sábado en Villaobispo- el extremeño amenazó de muerte a dos agentes de la Policía Nacional, por lo que fue enviado a la cárcel de Villahierro, en Mansilla de las Mulas, según fuentes de la investigación. J.R.F. es por el momento el único detenido por el crimen registrado en la calle Menéndez Pelayo de Villaobispo, mientras se mantienen las investigaciones para tratar de encontrar a los otros cuatro implicados en la reyerta que se produjo por un ajuste de cuentas por drogas: tres integrantes de la banda en la que se incluye el presunto homicida, y otra persona más, que estaba del lado del fallecido y su hermano y que se escapó del lugar de los hechos en un Audi A3, según fuentes de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado. El subdelegado del Gobierno en León, Francisco Álvarez, informó de que las fuerzas de seguridad se encuentran ante «delincuentes peligrosos» y no quiso hacer más declaraciones al respecto, aunque reseñó que en estos momentos lo más conveniente es no arrojar más información sobre este asunto ya que «cualquier dato impreciso podría crear confusión». Del mismo modo, aseguró que informaciones confusas podrían provocar que los implicados «buscaran cualquier instrumento para huir de la justicia» y subrayó que se trata de un «tema delicado». El fallecido, que pertenece a una familia de la localidad extremeña de Moraleja dedicada a la venta ambulante, ya había sufrido un tiroteo hace mes y medio, cuando recibicó un disparo en el tórax del cual se recuperó. Además, su hermano había sido tiroteado hace dos años, aunque salió ileso. En los tres incidentes se encontraron casquillos del mimso calibre: 9 milímetros. Los investigadores sospechan que los dos clanes, que no son leoneses, tienen vínculos familiares. «Nos encontramos ante delincuentes peligrosos y cualquier dato impreciso podría crear confusión» FRANCISCO ÁLVAREZ Subdelegado del Gobierno en León