Agente de la Policía Científica
«Los cadáveres de los niños te dejan una impresión horrible»
Una policía cepedana explica su participación en la identificación de los fallecidos en las tragedias del 11-M y del avión de Spanair
Con cinco o seis años ya jugaba en Brimeda a salvar a su familia de los malos con su pistola de plástico. La vida le reservó sin haberlo comprado un billete en primera fila para asistir a las tragedias del 11-M o del avión de Spanair. -¿Qué es lo que más recuerda de todo aquello? -Las muertes de los niños te dejan una impresión horrible. En el accidente de Barajas, había heridos con un aspecto terrible que luego salvaron la vida y sin embargo me encontré con un crío que estaba casi intacto. Sólo tenía una herida en el pecho, por una esquirla, pero le había atravesado el corazón y estaba muerto. En el atentado de los trenes no llegué a ver ningún crío, todo lo que me tocaron eran adultos, pero sé que también había. -¿Hace falta mucha vocación para poder soportar todo lo que conlleva un trabajo de estas características? -Yo acabé en la Policía Científica por casualidad. En realidad quería estar en el Grupo de Menores, pero la puntuación de los exámenes fue muy buena y no pude negarme. -¿El secreto para poder soportar tantas impresiones juntas? -Un profesor mío me decía que había que lo mejor es no pensar que son personas. Un médico está para salvar vidas, nosotros no tenemos esa presión. Hay quien no lo aguanta y cambia de especialidad. -¿Y todo esto no dejará secuelas? -Cuando estás con la adrenalina a tope no, pero en lo momentos en los que te relajas y a lo mejor estás un poco de bajón, pagas todo lo que tienes acumulado, sí. Es verdad. -¿Cómo se actúa frente a un cadáver? -Bastante mejor que ante su familia. Comunicárselo es muy duro. Todo se supera pero siempre queda algo. Las enfermedades del corazón y las secuelas que sufrimos cuando nos vamos retirando tienen explicación. -¿Las series de televisión dan una imagen errónea del trabajo que hacen ustedes? -A veces, cuando salgo de una inspección ocular en el escenario de un delito, me encuentro todo lleno de periodistas y te hacen preguntas increíbles. Y al día siguiente, lees informaciones que te hacen preguntarte: 'Pero Dios mío, ¿dónde estuve yo ayer que no tiene nada que ver con esto?' La imagen de los medios de comunicación es un poco peculiar, pero sí que es cierto que CSI se parece bastante a lo que hacemos. -¿Volverá a León algún día? -Es difícil, aunque yo tenía un jefe que decía que para ser un buen policía científico, la primera condición es ser de León. Nosotros lo llamamos «El Reino».